La policía francesa anunció el hallazgo inesperado del busto de Jim Morrison, robado en 1988 del cementerio parisino de Père-Lachaise, uno de los sitios más visitados por melómanos y turistas. La escultura de mármol blanco, cubierta de grafitis y con daños visibles, como la nariz cercenada, fue encontrada por agentes de la Brigada Financiera y Anticorrupción durante una operación no relacionada: buscaban pruebas en un caso de fraude.

“Después de 37 años de ausencia, ¡se ha encontrado el busto de Jim Morrison!”, celebró la policía parisina en sus redes. La escultura fue creada por el artista croata Mladen Mikulin en 1981, como homenaje al líder de The Doors, fallecido en 1971 a los 27 años en circunstancias todavía difusas.

El busto había sido colocado en la tumba una década después de su muerte y se convirtió rápidamente en un ícono para los fanáticos que peregrinaban al cementerio, a veces dejando flores, poemas o encendiendo velas. Con los años, la pieza también atrajo a grafiteros, saqueadores y obsesivos del rock que buscaban llevarse una parte del mito.

Punto de encuentro para los fans de Morrison

Antes de su desaparición, ya mostraba signos de deterioro. El trozo de nariz perdido fue una de las primeras mutilaciones, atribuida a coleccionistas furtivos. Tras el robo, la tumba quedó sin escultura, pero continuó siendo un punto de reunión simbólico para los seguidores del “Rey Lagarto”.

Jim Morrison murió en París en julio de 1971. La versión oficial dice que fue un paro cardíaco, pero su muerte, ocurrida en la bañera de su departamento, sigue alimentando teorías y leyendas. El busto perdido, ahora hallado por azar, suma otro capítulo a ese aura de misterio.

Aún no se informó si la escultura volverá a ser colocada en el Père-Lachaise.