Ciro Annicchiarico es abogado y exmiembro del Área Jurídica Nacional de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación (SDHN). Meses atrás fue despedido por el Gobierno Nacional. Denunció la destrucción del equipo de abogados querellantes de los juicios por crímenes de lesa humanidad y realizó este lunes una donación de más de 400 libros al Centro de Estudiantes «Juan Miguel Scatolini», de la Unidad Penal 31 de Florencio Varela, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).

En este marco, Tiempo mantuvo un diálogo con Annichiarico. «Llevé más de 400 libros y varios grupos de fascículos completos de distintas ciencias, astronomía y otros para encuadernación. Porque los detenidos tienen oficio y taller de encuadernación», contó.

Ciro explicó los motivos de la donación: «El ejemplo que vi en ese penal, que parece una universidad no una cárcel, porque estoy convencido de que la imaginación y la creatividad es lo que debemos incentivar para superar todas las dificultades de la vida. Y los libros son las principales herramientas para lograrlo».

Para homenajear a un gran militante

El centro de estudiantes lleva el nombre del fallecido Juan Miguel Scatolini: «Fue un gran luchador contra la violencia institucional, el primer presidente de un Foro Público de Control de la Policía en la Provincia de Buenos Aires. Y un querido compañero de estas luchas, cuando en 1997 se dispuso la intervención a la Policía Bonaerense, luego de sucesivos escándalos y del hecho intolerable del asesinato de José Luis Cabezas», reconstruyó el abogado. 

Scatolini desde muy joven inició su militancia en la Juventud Peronista (JP), fue secuestrado y torturado en 1976. Luego, en 2010, declaró en el juicio oral y público en el que se condenó a 15 represores de la Unidad Penal 9 de La Plata, que fue su lugar de cautiverio.

Además, fue un gran referente de la lucha por los Derechos Humanos en Argentina y toda la región. Un sobreviviente de las oscuras noches dictatoriales de la última dictadura cívico-militar; falleció en abril del 2021.

Lo que la vida ha hecho de las personas

Annichiarico siguió profundizando. «Como digo en el prefacio de uno de mis libros: Todo daño, toda maldad, todo delito, es conducta de alguien, producto de un entramado social que a ese destino fue llevando, condición a condición, paso a paso, como laberinto fatal que desemboca en una trampa, en la que no solo ese alguien caerá. Todo crimen, siempre, por más extraña que parezca la relación, nos habla de un fracaso social». 

«Hoy aquí le agrego: Esa trampa y esos fracasos, solo pueden intentar superarse con lo que nos diferencia del resto de los animales; la imaginación y la creatividad. Los libros, para eso, son las principales herramientas», aseguró Ciro.

La charla de Annichiarico con los detenidos

Annichiarico sostuvo durante la charla con los detenidos. «Hay muchísimas personas que por distintos motivos están pasando momentos muy difíciles. Lo que tenemos que hacer es ejercitar nuestra creatividad para ver como salimos adelante y el secreto es la magia que tienen los libros».

Y completó: «Estoy muy impresionado con las actividades que ustedes -los detenidos- llevan adelante. Realmente los felicito, así como también felicité a las autoridades penitenciarias por permitir que este lugar sea de crecimiento, de readaptación y reflexión».

Durante la donación el abogado expresó unas palabras para darle sentido a evento: «Creo que si a todos lo que están acá les pregunto si creen en la magia van a decir que no, porque es un entretenimiento, un truco por el cual viene el mago, hace unas pasadas y genera una fantasía y uno se entretiene un rato. Pero van a decir que la magia no existe ¿no?».

¿Por qué un libro es mágico?

«Bueno ahora yo les voy a decir que la magia existe y  que un libro es mágico ¿Por qué un libro es mágico? Porque cuando nosotros leemos un libro cualquiera, novela, cuanto, ciencia, derecho, una narrativa o una enciclopedia, estamos leyendo algo que alguien escribió y que no está acá al lado nuestro y ese alguien nos está hablando directamente en el cerebro», explicó el abogado a los detenidos. 

Y concluyó, «esa persona que lo escribió quizás está muy lejos o tal vez se murió hace mucho tiempo. Pero cuando leemos vuelve a hablarnos directamente en el cerebro. Eso es lo que tiene de magia un libro. Lo digo a diferencia de los medios de comunicación que conocemos, como ser, el cine, la televisión y las series, porque nos dan todo ya preparado y hecho, nos impide o nos limita mucho la imaginación, porque vemos todo ya hecho».