“Si Milei pierde, no seremos generosos con Argentina”. La frase que lanzó esta tarde Donald Trump atravesó como un dardo venenoso todos los escalafones de poder que sostienen a esta bendita nación. Con una advertencia que logró apabullar a los mercados argentinos cuyas cotizaciones se redujeron hasta un 10% en la tarde, el presidente de Estados Unidos le dejó en claro a Javier Milei que no tendrá otra chance más que ganar. El libertario tomó nota. Su equipo estratégico también.

Este lunes, mientras las cámaras apuntaban a la reja que separa la pista de aviones de Aeroparque a la espera de la partida del presidente, diez mil kilómetros al norte un vuelo privado aterrizaba en Miami con Santiago Caputo y Manuel Vidal entre sus pasajeros. Los socios y cerebros de la estrategia política del gobierno volaron a Miami este fin de semana para concretar una serie de encuentros con importantes miembros del círculo rojo estadounidense, en paralelo a la bilateral que Milei concretó finalmente este martes con su homólogo yankee en la sala del gabinete de la Casa Blanca.

Una vez arribados a La Florida, Caputo y Vidal se encontraron con Soledad Cedro, periodista y CEO de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Argentina y Tactic Global, una de las empresas -registradas en Miami- contratada por la Secretaría de Inteligencia en junio de este año para “funcionar como enlace entre la Presidencia de la Nación y sus homólogos en Estados Unidos”. Cedro es una pieza fundamental en el engranaje que mantiene aceitados los vínculos entre la Casa Blanca y la Rosada, con el Salón Martín Fierro como eslabón de oro de toda la maquinaria. Política, ni más ni menos.

La correctamente reglamentada agente extranjera y empleada de Leonardo Scatturice no es ninguna improvisada. La ex presentadora de CNN lleva décadas de construcción política en Estados Unidos, donde logró cosechar estrechísimos vínculos con el Partido Republicano. La rosca de alto nivel le permitió conocer a Barry Bennett, el influyente asesor que presta sus servicios a los republicanos desde hace algunos años y al gobierno de Trump desde su segunda llegada a la Casa Blanca. La sintonía entre ambos se afianzó en el último tiempo y se profundizó con la llegada de Milei a la Casa Rosada. Tanto así, que el propio presidente la condecoró en su discurso en la edición argentina en la CPAC y se fotografiaron juntos en el evento en compañía de Eduardo Bolsonaro y Santiago Abascal. 

Ese acercamiento habilitó a Cedro a convertirse en el vínculo oficial entre Bennett y el gobierno libertario, en particular con Santiago Caputo. Junto a la ex periodista, y luego de una visita relámpago en marzo de este año, el asesor de Trump volvió a reunirse con su colega el miércoles y jueves pasado en la Casa Rosada para avanzar en negociaciones sobre la explotación estadounidense en suelo argentino, cotizado en minerales y tierras raras necesarias para la expansión de negocios tecnológicos y de hidrocarburos. La instalación de una base militar en Tierra del Fuego y la fantasía de quitar a China del epicentro comercial del país también formaron parte de una conversación amena entre viejos conocidos que tienen mucho más para ganar que para perder.

Clarísimo el Presidente Trump: Si en el 2027 Argentina retrocede, Estados Unidos dejará de apoyarnos.

Tenemos la oportunidad histórica de volver a ser una potencia mundial, no la dejemos pasar.

— Santi C. (@slcaputo) October 14, 2025

“Washington está entusiasmado con las oportunidades en Argentina: tecnología, datos, uranio, plantas nucleares… Es el comienzo de algo muy grande. Dios bendijo a la Argentina con sus recursos: litio, uranio, gas, petróleo, energía hidroeléctrica. En Estados Unidos nos encantaría tener todo eso. Nuestro objetivo es ayudar a producir”, dijo aquel jueves Bennet a la salida de su cumbre con Caputo en diálogo exclusivo con este diario.

Según pudo averiguar Tiempo, el gurú del libertario planificó el viaje al norte hace dos semanas, luego de confirmarse la visita del lobbista oficial de Trump a Buenos Aires. Al ser consultado por este diario sobre la agenda del viaje del miembro más tambaleante del Triángulo de Hierro, Bennett afirmó sonriente que el socio de la consultora Move es un “excelente estratega” y que ambos volverían a reunirse nuevamente en EEUU esta semana. 

Así fue. Este martes, mientra Milei sonreía a destajo mientras el tío Donald le entregaba un reto anticipado por el inminente desempeño electoral de La Libertad Avanza, Santiago Caputo y Barry Bennett volvieron a reunirse para empezar a concretar las negociaciones que se extienden desde hace largos meses.

Los asesores presidenciales tienen desde hace días agendas compartidas. El periodista Carlos Pagni reveló este lunes que ambos compartieron una cena en un departamento en el barrio porteño de Retiro junto a Cristian Ritondo, Rodrigo de Loredo y Miguel Ángel Pichetto. En el cónclave secreto, el barón estadounidense habría hecho saber de primera mano a sus compañeros de mesa el particular interés del trumpismo para que Milei lograse alcanzar un acuerdo de gobernabilidad que le permita avanzar en la reforma laboral y tributaria, al tiempo que se concrete una convivencia pacífica con los gobernadores para así garantizar al país del norte el éxito en sus negocios sostenidos con el paisaje nacional.

Amable o no, aquella reunión tuvo efectos inmediatos. En el Senado, la UCR y los gobernadores de Provincias Unidas lograron evitar que el peronismo apruebe el blindaje a la Nucleoeléctrica Argentina SA para evitar su privatización. En Diputados, los gobernadores y Pichetto hacen malabares para evitar dar quórum en la sesión convocada para este miércoles en la que la oposición buscará interpelar a Luis Caputo por el salvataje trumpista. ¿TMAP?

Mientras Milei cortará su decimotercera gira norteamericana este miércoles, Caputo se quedará un día más en el país para mantener más encuentros con otros diplomáticos y funcionarios estadounidenses interesados en profundizar la alianza geopolítica entre ambos países. Desde la comitiva blue que acompañó al asesor, afirmaron a este medio que el empresariado americano está “muy interesado en conocer el espíritu del gobierno, las posibilidades electorales y el futuro Congreso”. Hay en aquel atractivo una letra chica que nadie podrá dejar de leer. Nadie desembolsará un dólar hasta que las condiciones de libre albedrío estén garantizadas.