Ganaron los U$S 40.000 millones de Trump y Bessent
- October 28, 2025
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Las legislativas no las ganó Milei, las ganaron los U$S 40.000 millones prometidos por Donald Trump y Scott Bessent. El 41% decidió creer que ese paquete estabilizará la
Las legislativas no las ganó Milei, las ganaron los U$S 40.000 millones prometidos por Donald Trump y Scott Bessent. El 41% decidió creer que ese paquete estabilizará la
Las legislativas no las ganó Milei, las ganaron los U$S 40.000 millones prometidos por Donald Trump y Scott Bessent. El 41% decidió creer que ese paquete estabilizará la economía, atraerá inversiones y generará empleo. Esa expectativa fue lo que se impuso. Sin embargo, nunca hay que olvidar que en 2017 Mauricio Macri celebró un 41% y, dos meses después, comenzó el principio del fin de su gobierno. El voto puede ser masivo y a la vez efímero.
No alcanza con decir que el acuerdo con EEUU “es mentira” o “es chantaje”. La oposición debe intervenir con método en la instrumentación real de ese entendimiento. Hay que poner en el centro el acuerdo Argentina–Estados Unidos y exigir que muestren resultados. ¿Es un acuerdo entre Estados o un trato personal entre Trump y Milei? ¿Cómo se activa el swap y con qué condicionalidades? ¿Cuáles son las tasas, los plazos y las garantías del crédito privado? ¿Qué empresas invertirán, en qué sectores y por qué montos? ¿Cuántos puestos de trabajo crearán? Estas preguntas deben ordenar la política para intervenir como un factor de poder en la nueva situación política creada a partir del resultado electoral.
Ya lo dijimos cuando anunciaron el acuerdo en septiembre, y hoy lo ratificamos: no confiamos ni en Milei ni en Trump. La idea de que el patrocinio de EEUU traerá prosperidad a la Argentina es una profesión de fe proimperialista desmentida por nuestra historia. A quienes hoy tienen ilusiones les hablamos con franqueza: los pueblos no se suicidan, pero se equivocan. Debemos atravesar esta experiencia junto a nuestro pueblo para extraer conclusiones, superar esas ilusiones y construir una salida soberana.
El 26 de octubre no habilita a transar con el gobierno nacional. La Casa Rosada pretende leer el resultado como un cheque en blanco y como la ratificación de un rumbo que la mayoría ya había rechazado en la Provincia de Buenos Aires semanas atrás. Es una lectura equivocada. Lo determinante, de aquí en más, será constatar si el oficialismo cumple lo que prometió con los dólares de Trump y Bessent.
Dejar en claro que el factor ordenador del resultado electoral fueron los U$S 40.000 millones es importante para explicar que tampoco hay mandato para convalidar en el Congreso una agenda de reformas que nada resuelve. La jornada laboral de 13 horas no es condición del supuesto acuerdo con Estados Unidos: es una imposición ideológica alineada con el FMI. Y aún con el 41%, los números en el Congreso son claros. La Libertad Avanza tendrá 80 diputadas y diputados; sumando 24 del PRO y 3 radicales con peluca llega a 107: faltan 22 para el quórum. En el Senado tendrá 20 y necesita 5 más para blindar vetos. No tiene mayoría propia. Si Milei consigue o no los votos dependerá de si convierte el salvataje prometido en hechos, en estabilidad y en resultados.
La campaña fue muy importante porque expuso los vínculos de José Luis Espert con el dinero del narcotráfico. Hay que dejar en claro que el pueblo votó con expectativas de que el acuerdo con EEUU genere resultados económicos. El pueblo no votó a favor de los narcos. Tampoco votó por la impunidad en la estafa $LIBRA ni a favor de la corrupción con los fondos destinados a las personas con discapacidad. No votó contra el Garrahan, las universidades o los jubilados. Son banderas que exceden lo partidario y que la oposición debe sostener sin ceder un milímetro.
A quienes proponen “reflexionar y escuchar” como sinónimo de quietud, les decimos que la pasividad alimenta la crisis de representación. Esta fue la elección legislativa intermedia con mayor ausentismo desde 1983. Si el 41% que fue a votar optó por La Libertad Avanza es, también, porque todavía no hemos estructurado una alternativa opositora capaz de ofrecer una salida al genocidio económico de Milei. Tenemos la tarea de transformar el Movimiento Derecho al Futuro en un instrumento militante a nivel nacional, capaz de motorizar la organización de una oposición que se plante como un factor de poder.
La fragilidad del Gobierno no desapareció por el resultado electoral. Hasta el 7 de octubre el Tesoro argentino tenía poder de fuego para apenas dos días de intervención cambiaria; el 9 de octubre Bessent anunció que Estados Unidos salía a comprar pesos. Estuvimos a 48 horas de un colapso financiero y fue el respirador artificial estadounidense el que evitó la caída. Hoy, los mismos bancos que aplauden la elección exigen desarmar el esquema de bandas cambiarias, en abierta contradicción con lo que dijo Luis Caputo el día de la elección. Que nadie se engañe: el futuro de Milei quedó atado al éxito o al fracaso de esa intervención de EEUU.
La comparación histórica importa. Macri recibió U$S 54.000 millones del FMI para ganar en 2019, y perdió de manera contundente. ¿Por qué esta vez los U$S 40.000 millones asegurarían la victoria de Milei en 2027? Las propias contradicciones del oficialismo muestran que no alcanza con dólares prestados para resolver una crisis económica, política y social muy profunda. La tarea de la oposición es condicionar este proceso: poner la lupa en cada cláusula, en cada desembolso y en cada inversión anunciada. Exigir información pública inmediata, interpelaciones en el Congreso, control sobre garantías y colaterales, cronograma de desembolsos y metas verificables de empleos e inversiones. Sin transparencia, no hay acuerdo aceptable.
El 26 de octubre fue el comienzo de una etapa en la que se sabrá si el desgobierno de Milei y Luis Caputo puede traspasar la conducción del Estado a Trump-Bessent sin romperse por dentro. Es hora de atravesar la experiencia con un acuerdo con EEUU que ha generado expectativas económicas; de organizar a la militancia a nivel nacional; y de ofrecer una salida soberana ante la crisis económica.