November 8, 2025
Deportes

el amor por Diego se explica y se juega

  • November 7, 2025
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En la mañana del viernes, entre docentes, estudiantes y maradonianos, se respiró algo que iba más allá de la anécdota o del homenaje: una certeza compartida de que

el amor por Diego se explica y se juega


En la mañana del viernes, entre docentes, estudiantes y maradonianos, se respiró algo que iba más allá de la anécdota o del homenaje: una certeza compartida de que el aula de la facultad puede ser el lugar para pensar lo popular, para nombrar lo que late en las calles y en los potreros.

En el primer piso, el aula se llenó pronto. Se abrió la mesa «Pensar a Diego en ámbitos educativos«, y la charla tomó cuerpo con la presencia de quienes habían venido a pensar a Diego desde la geografía, la enseñanza y la territorialidad. Circulaba el mate entre los presentes, había gente que tomó apuntes y otros que asentían con la cabeza.

El primero en hablar fue Marcelo Argenta Câmara, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS), Brasil. Argenta trabaja desde la geografía crítica y trajo una lectura clara: leyó a Maradona como paisaje y como práctica, como cartografía afectiva que conecta potreros, murales y canchas con modos de ser y de aprender.

Dijo, entre otras cosas, que «Maradona permite explicar el mundo —no sólo el fútbol—. Cuando un pibe del barrio corre detrás de una pelota, corre detrás de su derecho a existir. Y cuando Diego gambetea al poder, marca caminos para los de abajo».

Habló del potrero como escuela de vida y de los murales como documentos que cuentan historias. Fue una clase que mezcló territorio, afecto y política; al terminar, los aplausos no fueron de cortesía sino de reconocimiento.

Diegologías, presente

En ese mismo marco se compartieron reflexiones que articularon la experiencia popular con la transmisión educativa. Fabián D’Aloisio, coordinador de la Cátedra Diegologías y de la revista META (sentidos en Juego), señaló la necesidad de seguir pensándolo desde distintos abordajes: reivindicando «al Diego político, al Diego social, al Diego que no se olvida de sus orígenes, el Diego que reivindica su condición villera y que siempre estuvo del lado de los más humildes».

Ariel Scher remató con una idea que atraviesa todo el Congreso: la historia es construcción y la disputa por su sentido nos constituye; Maradona forma parte de esa historia y, a la vez, la historia que él construyó nos integra a nosotros.

Las actividades de este martes fueron la continuidad y ampliación de lo ocurrido la jornada anterior, agenda que continúa hasta el sábado 8 de noviembre. Porque el Congreso había arrancado con un auditorio colmado y un hall que parecía una tribuna.

Este lunes, desde las 18, el hall de la Facultad de Sociales, sobre la calle Santiago del Estero, era la entrada a la cancha, de bienvenida: la gigantografía de Nora Basilio —un Diego sonriendo, lleno de rulos— colgaba desde el techo y recibía a quienes subían las escaleras.

En la mesa de acreditaciones se entregaba la última edición de la revista META, una postal de Diego en el Napoli, un anotador; esos pequeños detalles acompañaban la llegada y sellaban el clima maradoniano.

A pocos pasos, en el pasillo que conduce al buffet y al comedor, estaban las mesas de diversas agrupaciones estudiantiles y los carteles que definen a la universidad pública: pluralidad y debate.

diego

En el comedor, las paredes mostraban lo que debe ser contado: los murales que recuerdan a los compañeros y compañeras desaparecidos de esta casa de estudios, las imágenes de Carlos Fuentealba, las pinturas que recuerdan a Tati Almeida y Estela de Carlotto. Ese corredor —a metros del auditorio— se volvió una galería viva de memoria colectiva.

En el Auditorio Roberto Carri, la jornada de apertura tuvo momentos que marcaron el compás del día. Alejandro Apo saludó a los presentes: «Estoy muy contento de estar en este Congreso. Este es un ejercicio para seguir recordándolo. Para mí, Diego es único, y está con nosotros. Lo recuerdo todos los días, y en acciones como esta, lo volvemos a abrazar».

Con esa emoción, Apo dio el puntapié inicial de la jornada con la lectura del cuento Vengan a ver. De esa lectura quedó una línea que resonó: «El sur napolitano fue el sur de su suburbio, por morocho, por pobre, por zurdo, por desdeñado. Él le ofreció sus goles, su prodigio, sus ganas; y fue llenando el hueco del ídolo esperado».

Esa imagen condensó el espíritu del Congreso: no era sólo teoría, era pueblo, era barrio, era el vínculo entre la pelota y la vida.

La palabra de Tati Almeida

Diego

La invitada estelar, Tati Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, tomó la palabra y dejó un mensaje sentido, directo, que la sala recibió como testimonio y mandato: «Siempre vas a ser el 10, Diego. Nunca te alejaste de tus orígenes, y eso es lo que nos enseña a todos. Siempre estuviste cerca de nosotras, de las Madres, de las Abuelas, y eso no se olvida. En unos días vas a andar por Villa Fiorito, y eso es lo lindo: que siempre te vamos a recordar, que nunca podremos olvidarnos de vos. Todos te recuerdan, y te recordamos, porque siempre serás el 10».

«En estos momentos tan importantes, que parece que la memoria a más de uno le falla, pero para eso estamos. Para que su memoria no desaparezca… Quedamos muy poquitas. Pero no hay que bajar los brazos. Lo decimos nosotras, las locas, que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, seguimos de pie», completó Tati.

El auditorio respondió con un aplauso largo; sonó Madre de Plaza, el pueblo las abraza, y la emoción llenó el espacio.

Como parte de las actividades del Congreso, Fabián D’Aloisio presentó la muestra fotográfica que se exhibía en el primer piso: la muestra Pablo Grillo. Invitó a subir a Fabián, padre de Pablo, quien contó que su hijo, al ver un video de lo que ocurría en el auditorio, se emocionó y se le escaparon algunas lágrimas. Agradeció el cariño de la gente y la esperanza por la pronta recuperación de Pablo para que pueda volver al trabajo fotográfico.

También estuvieron presentes representantes de la Comisión de Abuelas de Plaza de Mayo, entre ellos Miguel “El Tano” Santucho, hermano de Daniel Santucho Navajas (nieto recuperado 133), quien agradeció la invitación y destacó la campaña “Todos Somos Abuelas”, que las Abuelas llevan adelante para seguir buscando a los nietos y nietas que faltan recuperar. Citó, entre sonrisas y aplausos, una frase de Diego que quedó en la memoria popular: «Hay que ser muy cajones para pegarle a los jubilados».

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Las voces maradonianas en el aula

La mesa «Diego Armando Maradona, conurbano y nuevos lenguajes: pensar a Diego desde sus orígenes» reunió a voces diversas: Ariel Scher (periodista, docente y escritor), Mónica Santino (exfutbolista, DT y parte de La Nuestra Fútbol Feminista de la Villa 31), Pedro Saborido (productor y guionista), Daniel Arcucci (periodista) y Fernando Signorini (preparador físico personal de Diego).

Cada uno aportó su pieza para entender al 10 desde el barrio y la cultura popular: Scher sobre el vínculo de pensar a Diego; Saborido repasando fotos y murales y trazando la cercanía de Diego con la gente; Santino poniendo el foco en el lugar del fútbol femenino y la inclusión; Arcucci evocando momentos compartidos; y Signorini recordando la preparación física, entre ellas el traslado a La Pampa y la preparación para el Mundial del 94.

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Y mientras las voces se mezclaban con los aplausos, quedó flotando algo más que emoción: la certeza de que pensar a Diego desde la universidad también es una manera de seguir jugando su partido más grande, ese que no se gana con goles, sino con memoria, con rebeldía y con amor al pueblo. Porque cada vez que se lo nombra en un aula, que se lo estudia, que se lo discute, Diego vuelve a gambetear al poder.

Como aquella Mano de Dios que desafió a los dueños del mundo, como aquel gol eterno a los ingleses que nos hizo sentir invencibles, también ahora su nombre vuelve a unir las voces de los de abajo. Y ahí está la enseñanza más profunda de este Congreso: que Diego no sólo se explica, se juega, y que en cada potrero, en cada clase, en cada corazón que se niega a olvidar, sigue corriendo la pelota más libre de todas.

La jornada cerró con la gente de pie y el grito que faltaba pronunciar: “¡Diego, Diego!”. Fue la síntesis de un congreso que apuesta a entender a Maradona como fenómeno social, político y educativo.



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