“Este disco fue una catarsis”
- June 4, 2025
- 0
Lo primero que lo movió a la acción fueron las ganas de hacer un disco que le gustaría escuchar. Entonces, Javier Tommasi, productor, cantautor y multiinstrumentista nacido en
Lo primero que lo movió a la acción fueron las ganas de hacer un disco que le gustaría escuchar. Entonces, Javier Tommasi, productor, cantautor y multiinstrumentista nacido en
Lo primero que lo movió a la acción fueron las ganas de hacer un disco que le gustaría escuchar. Entonces, Javier Tommasi, productor, cantautor y multiinstrumentista nacido en Río Cuarto, armó Ledmi, el nombre de su proyecto solista. Luego de casi dos décadas recorriendo escenarios y formando parte de diferentes proyectos de rock, tango y folklore -incluyendo giras por distintas partes del mundo-, era tiempo de ir por algo puramente suyo. También trabaja como sonidista y tiene su propio estudio, por eso estuvo tres años armando su primer disco.
El 29 de marzo pasado lo logró: lanzó El engaño, su primer álbum, que contiene nueve canciones con letras que pintan paisajes nostálgicos, de amor y existencialismo, y con la participación de artistas como Florencia Ruiz, Gabriel Pedernera, Rodrigo Montes, Diego Marchionatti, Panda Elliot y Marcelo “Coca” Monte.
Su sonido es variado: hay ribetes de zamba y baguala, pasajes de trip hop, rock and roll, sintetizadores, bajo, guitarras, batería, loops, samplers y beats de drum & bass, con su voz en primer plano. El jueves 5 de junio lo presenta en el Centro Cultural Morán a las 20:30.
–¿Qué te movilizó a realizar este disco?
–Siempre me moviliza algo, pero no sé exactamente qué es. Es algo adentro: quiero escuchar algo y necesito hacerlo, necesito sacarlo. Me dije: “Voy a hacer algo que esté bueno”. Me tomé tres años para ir haciéndolo a mi manera, mientras trabajaba en otras cosas. La primera canción fue El engaño, que era muy distinta a lo que venía haciendo. Esa canción fue el puntapié inicial. Estaba produciendo para otros artistas, con ideas que no ponía en mi propia música. Entonces pensé: “Che, esto está bueno”. Y decidí hacer un disco como nunca había hecho.
Lo empecé muy tranquilo, pero después me empezó a correr la ansiedad. No me gustaba que pasara tanto tiempo sin terminarlo, y empecé a darle un marco más profesional. Y acá estoy.
–¿Cómo llegaron los invitados?
–La mayoría son amigos. Panda Elliot y Marcelo “Coca” Monte son amigos de hace un montón. Yo tocaba en la banda de Panda. Me gusta que tienen una visión musical muy distinta a la mía, lo que me obligó a resolver cosas de otra manera y generar arreglos que mejoraran mi música. Con Diego Marchionatti, que es amigo de toda la vida, pasó lo mismo: sabía que iba a aportar una mirada interesante. A Florencia Ruiz la conocí en un ciclo en el que tocamos ambos. Pegamos muy buena onda y teníamos un contacto en común: el Mono Fontana. Yo había estudiado con él un tiempo, y ella tiene un dúo con él. Le propuse participar y me dijo que sí. Compuse una canción pensando en su voz y en una lírica compartida, sobre lo universal y lo existencial. Le encantó. Rodrigo Montes, que toca el bajo en Conociendo Rusia, me gusta mucho como guitarrista, así que lo invité a grabar. Y Gabriel Pedernera se sumó casi de casualidad: estaba grabando con Eruca en el estudio de un amigo y le pedimos si quería tocar en dos temas. Al día siguiente se sumó. Todo fue en un contexto de amistad.
–¿Cómo fuiste encontrando las sonoridades del disco?
–Ya estaban en mí, pero no las elegía para mis canciones. Sin darme cuenta, empecé a ver mi música de otro modo. Hay temas con solo cuatro o cinco instrumentos, algo que antes no hubiera hecho. Hay una canción muy despojada, con la voz sola, una guitarra que entra inesperadamente, una batería y un pianito medio descolgado. Aprendí mucho. Usé sintetizadores tipo Queen, una cabalgata de guitarra, juegos de arpegio. Me juntaba con Coca o Panda y les decía: “Che, ¿va esto?”. Ellos metían líneas de bajo que yo jamás habría pensado. Eso me llevó a rearmar algunas canciones. Hasta hay una guitarra medio “rollinga” que nunca hubiera tocado. Y canté más grave, cosa que no suelo hacer. Me gustó salirme de mi zona de confort.
–¿Cuáles son tus expectativas?
–Quiero moverlo, que la gente lo escuche, tocar bastante en vivo con banda. Arranco en el Morán, voy a ir a Córdoba, a mi Río Cuarto natal. El 12 de septiembre hago un show más rockerito en La Casa del Árbol, en Palermo. La idea es que se conozca el disco para poder dedicarle más tiempo. En las letras hablo de mí, pero también de lo que le pasa a cualquier persona de treinta y pico o cuarenta y pico: esa búsqueda en la que no te das cuenta de que estás consiguiendo lo que querés, y al final te vas perdiendo. Como decía Peteco: “Estaba en donde nací lo que buscaba por ahí”. Uno corre tanto para llegar a ningún lado. Creo que este disco es una catarsis, y sintetiza un momento de madurez en el que necesitaba que esto ya existiera. Al principio sentía que era el peor disco jamás grabado, que nadie iba a escucharlo. Pero el proceso fue cambiando eso, y al terminarlo pude sacarme esa idea de la cabeza. Mi expectativa es que se disfrute tanto como yo lo gocé al hacerlo.
–¿Es fácil hacer esto en el contexto actual?
–Está muy difícil. Pero lo bueno es que lo hacés sin pensar en qué va a pasar. No tengo expectativas concretas. Eso, artísticamente, me ayuda. Soy más de hacer algo que esté bueno y después ver. Si las condiciones no están dadas, bueno… uno es más libre así. Por ahí lo sufrimos los creadores, pero el arte no lo sufre. No puedo hacer otra cosa. Soy sonidista, me gusta ese laburo, me va bien. Pero si no hago algo artístico, entro en depresión. Ya estoy condenado: voy a hacer esto siempre, como sea.
–¿Cómo preparás el show?
–Va a haber varios invitados, va a estar lindo. Quiero que el show sea tremendo. Voy a trabajar con dos sonidistas, aunque sea un lugar chico, porque quiero que suene perfecto. No quiero que la gente venga a “hacerme el aguante”, quiero que pague una entrada y diga: “Qué buen show vine a ver”. Aprovecharé el formato íntimo para potenciar la experiencia. Vamos a ver qué sale.
Ledmi en vivo
Presenta su disco El engaño el jueves 5 de junio a las 21, en el Centro Cultural Morán, Pedro Morán 2147.