con Milei dejaron de circular 12 trenes de pasajeros
- October 11, 2025
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Como en épocas pasadas, el ferrocidio ya está en marcha en la Argentina. Ya son 12 los trenes de pasajeros regionales y de larga distancia que dejaron de
Como en épocas pasadas, el ferrocidio ya está en marcha en la Argentina. Ya son 12 los trenes de pasajeros regionales y de larga distancia que dejaron de
Como en épocas pasadas, el ferrocidio ya está en marcha en la Argentina. Ya son 12 los trenes de pasajeros regionales y de larga distancia que dejaron de circular desde diciembre de 2023, producto del ajuste estructural y achique de las empresas ferroviarias ejecutados por el gobierno de Javier Milei desde entonces. Todos, con una característica en común: unían ciudades fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Y todos tenían demanda de público.
El primer tren eliminado fue el que corría entre Buenos Aires y Palmira, en Mendoza. Se trata del último trayecto inaugurado por la gestión anterior a mediados de 2023, que viajaba con frecuencia quincenal sobre las vías del Ferrocarril San Martín. Pocos meses después también se suprimió el servicio semanal entre Retiro y Justo Daract, en la misma línea. El argumento oficial fue el mal estado de vías, pero al mismo tiempo se abandonaron las tratativas en marcha con China que hubieran permitido renovar todo el tendido.
En mayo de 2024 también dejó de circular el tren expreso entre Rosario y Retiro. Este servicio corría una vez por semana entre ambas ciudades, conectaba a Buenos Aires con Rosario Sur en menos de cinco horas y sumaba oferta a un corredor clave que desde la privatización menemista está enormemente desaprovechado. Los horarios permitían proyectar escapadas de miniturismo hacia la ciudad santafesina y ni siquiera podían esbozar que no fuera elegido por usuarios y usuarias: la demanda del público acompañó. Sin embargo, el expreso nunca más volvió a correr. Aquí el argumento de las vías no existe: fueron renovadas íntegramente por el Estado entre 2014 y 2016.
Luego llegó el turno del tren turístico entre Mercedes y Tomás Jofré. El servicio que se había inaugurado en mayo del 2023 dejó de correr tras una colisión de un camión al puente sobre la Ruta 41 en el partido de Mercedes. Tras el accidente, la infraestructura nunca fue reparada y el tren no volvió nunca más. En este caso, el trayecto permitía potenciar el perfil turístico y gastronómico de esas localidades, que son cada vez más visitadas durante los fines de semana.
En el mes de noviembre, el tren de larga distancia que conectaba a Once con Pehuajó fue eliminado sorpresivamente luego de haberse aplicado abruptos aumentos de tarifas e importantes incrementos en los tiempos de viaje, en un servicio que meses atrás era muy utilizado. La eliminación de este tren también dejó sin servicio a localidades intermedias como 9 de julio o Carlos Casares.
🚆 Nación cierra más ramales y desde la Provincia de Buenos Aires intentan hacerse cargo de los trenes.
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— Tiempo Argentino (@tiempoarg) April 8, 2025
Días más tarde fue eliminado el tren regional entre La Banda y Fernández, en la provincia de Santiago del Estero. Este trayecto, inaugurado en 2022 y que poseía dos frecuencias diarias por sentido, fue suspendido sin comunicación oficial. ¿El argumento? Un “ahorro” de 27 millones de pesos mensuales.
Hacia finales de noviembre, luego de producirse un siniestro sin pasajeros en la formación, el tren entre Rosario y Cañada de Gómez dejó de circular y nunca más fue restablecido. En julio de 2024 el trayecto superó el récord de 10.000 pasajeros mensuales, sin embargo durante los meses siguientes la única locomotora disponible comenzó a fallar y el servicio se tornó muy irregular. A pesar de contar con coches similares para reanudar el tramo, esto nunca sucedió y Rosario perdió el único tren local que se había recuperado tras 40 años sin este tipo de servicios.
En el 2025 la suspensión de trayectos continuó. En el mes de abril fue eliminado el tren a Pinamar, que se prestaba mediante una combinación en la localidad de General Guido con el servicio a Mar del Plata. De acuerdo a la versión oficial, el trayecto fue suprimido por problemas de infraestructura, pero en los años de operación del servicio desde su reinauguración en 2021 no se habían registrado siniestros.
Además, la única obra prevista en el ramal que buscaba hacer intervenciones en la infraestructura, causal alegado por las autoridades para la suspensión del tramo, se encuentra frenada desde hace varios meses. En este marco, la vuelta del servicio se torna cada vez más lejana.
A este hilo de suspensiones, recientemente se sumó la cancelación definitiva del tren entre Buenos Aires y Bahía Blanca de la línea Roca. El servicio, que no se había interrumpido ni siquiera durante los años ’90, dejó de correr en 2022 producto de la falta de autorización de las concesionarias privadas que administran las vías, pese que –aseguran– la infraestructura está en condiciones y los trenes de carga circulan.
El cierre de la estación y despido de trabajadores entierran toda posibilidad de volver a contar con un tren que años atrás poseía tiempos de viaje competitivos y tres frecuencias semanales por sentido.
Hace un par de semanas se conoció que más de 50 mil metros cuadrados de terrenos de la estación de trenes de Barrow (Tres Arroyos) fueron desafectados del uso ferroviario y pasarán a la AABE para su futura venta. Lo mismo ocurrirá con Daireaux y Estación Balsa (Lincoln).
En los últimos días, luego del descarrilamiento de un tren de pasajeros en Santiago del Estero, fueron interrumpidos en forma indefinida los trenes de Retiro a Tucumán y a Córdoba, y el servicio regional entre Córdoba y Villa María. Vale notar que estos últimos ni siquiera utilizan la vía donde ocurrió el descarrilamiento.
Luego de días de silencio oficial, Trenes Argentinos (SOFSA) informó la suspensión a pedido de la concesionaria de vías Nuevo Central Argentino (NCA) ante el temor de que ocurra un evento similar por falta de mantenimiento. El gobierno acaba de prorrogar por siete años más el contrato de NCA, que administra las vías del Ferrocarril Mitre desde 1992.
Por su parte, el resto de los servicios que continúan funcionando tiene pocas garantías de futuro. En casos como los trenes regionales del Chaco o el Tren del Valle (Cipolletti-Neuquén-Plottier), el gobierno ha sido explícito en su intención de transferirlos a las provincias.
Los escasos servicios de larga distancia que continúan funcionando lo hacen en condiciones cada vez más precarias producto del ajuste presupuestario: falta de repuestos, de mantenimiento de las formaciones y de conservación de la infraestructura.
El tren a Rosario, que en 2023 trasladó a más de 300.000 pasajeros, hoy sufre demoras diarias que aumentan el tiempo de viaje a un mínimo de ocho horas. El resto de los trayectos presenta situaciones como falta de mantenimiento de unidades y descomposición de locomotoras, entre otros aspectos que hacen al tren una opción cada vez menos atractiva. «
Durante los años anteriores se planificaron numerosos proyectos que buscaban retomar tramos de pasajeros actualmente inactivos. El primero de ellos es la recuperación de la conexión ferroviaria a Tandil, que perdió sus servicios en 2016 tras el cierre de Ferrobaires dispuesto por la entonces gobernadora María Eugenia Vidal.
Para volver a correr trenes en este sector se ejecutó una obra de mejoramiento de vías entre Maipú y Ayacucho en 2022. Los trabajos en el tramo restante (Ayacucho-Tandil) ya habían sido licitados pero la actual gestión dio de baja la contratación, descartando la iniciativa.
También estaba en carpeta la vuelta del tren a San Antonio de Areco y Arrecifes. En este caso, aunque el grado de avance era menor en comparación a Tandil, en 2022 se realizó un viaje de pruebas hasta San Antonio de Areco y posteriormente se lanzó una licitación para recuperar las vías entre esta localidad y Arrecifes. Esta contratación fue dada de baja a inicios de 2024 y no se licitaron nuevas obras.
Fuera de la provincia de Buenos Aires, también se preveía la creación de un tren local entre Santa Fe y Laguna Paiva. Para ello, se habían reacondicionado dos coches y se realizó un viaje de prueba pero el proyecto fue descartado y nunca comenzó a prestar servicios regulares.
El ferrocidio también se expresa en los trenes metropolitanos del AMBA, aunque no mediante la cancelación de servicios, sino por medio de la paralización de inversiones de importancia. El viaducto de la línea Belgrano Sur para extender la línea de estación Sáenz a Plaza Constitución, con un porcentaje de avance superior al 60% y financiamiento internacional, fue paralizado desde inicios del 2024 y nunca se retomó. Hoy está en creciente estado de deterioro.
La línea Belgrano Sur también se preveía electrificar con un crédito internacional de 600 millones de dólares provenientes del Banco Mundial. Sin embargo, la iniciativa fue descartada por considerarse “no prioritaria” y se solicitó la reasignación de fondos para sostener gastos corrientes.
Una decisión similar se tomó con el crédito del BID destinado a la modernización de la línea San Martín. Es un caso llamativo: el gobierno decretó la “emergencia ferroviaria” luego de un siniestro en esa misma línea y la primera medida posterior fue cancelar el proyecto de electrificación y renovación de vías. El crédito fue redestinado a programas de asistencia social. El cierre de ramales, los ajustes presupuestarios y la cancelación de iniciativas de importancia se enmarcan en el objetivo final de Milei que es la privatización total del sistema. Para ello, se reedita la estrategia utilizada en la década de 1990 que es degradar el servicio para que la privatización impulsada no despierte grandes rechazos. Pero no traerá aparejada ningún tipo de inversión o recuperación de tramos: el cierre de servicios se profundizará.