October 28, 2025
Politica

A días de las elecciones, Milei sufre una diáspora en su gabinete y no logra controlar a la tropa

  • October 23, 2025
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El gobierno de Javier Milei no deja de ser disruptivo ni en sus momentos más caóticos. A contramano de los usos y costumbres que cuidan el status quo

A días de las elecciones, Milei sufre una diáspora en su gabinete y no logra controlar a la tropa


El gobierno de Javier Milei no deja de ser disruptivo ni en sus momentos más caóticos. A contramano de los usos y costumbres que cuidan el status quo político, el ejecutivo se autodepura y mueve sus fichas antes de tiempo. A sólo tres días de que el país vaya a las urnas, el presidente no logra controlar a su gabinete, que tiene cada vez más hambre de rebelión y deja expuesta su baja capacidad de acción autosuficiente en tiempos de crisis.

Este jueves la noticia de la llegada de Pablo Quirno a la Cancillería en reemplazo de Gerardo Werthein y la salida de Mariano Cúneo Libarona del Ministerio de Justicia comenzaron a circular en medios mucho antes que por los canales oficiales de comunicación. La confirmación del propio Milei de venideros cambios en su cartera de ministros habilitó a los más insurrectos a tomar el toro por las astas y no dejar que terceros comuniquen sus propias renuncias.

“Me voy muy feliz. Dejé la vida en la gestión. Más que por la salud, es por la necesidad de recuperar mis afectos. De acá en adelante voy a ayudar gratis en lo que el Gobierno precise”, le dijo a Infobae Cúneo Libarona para confirmar su renuncia. La jugada no es para nada moderna. El mismo mecanismo había sido utilizado por Werthein días atrás quien, en off the record, había dejado en claro que no estaba dispuesto a seguir en la gestión libertaria.

Aquellas jugadas, que varios en Casa Rosada calificaban como “sucias”, enfurecieron a los miembros de la mesa chica del oficialismo. No sólo por la rebelión injustificada a días de las elecciones, sino porque esta tarde el presidente cerrará oficialmente la campaña en Rosario, evento que se verá 100% opacado por los cambios apresurados que sus propios laderos decidieron adelantar.

Con esta circunstancia, desde las arcas del Ministerio de Economía no se animaban a confirmar ni descartar el desembarco del secretario de Finanzas por temor a una represalia que tuviese más impacto que la designación misma, por eso reinó el silencio. No fue hasta pasado el mediodía que la Oficina del Presidente lanzó la comunicada que confirmaba lo que ya todos daban por hecho. El documento oficial calificó a Quirno como “miembro clave del equipo económico que logró evitar la mayor crisis de la historia del país, y pieza fundamental de la construcción del milagro argentino”. 

El nombre del todavía secretario de Finanzas llegó a oídos del presidente gracias al ministro de Economía, Luis Caputo, con quien tiene un vínculo de amistad de hace años. Quirno no sólo fue uno de los promotores del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) y se ocupó personalmente de ir en búsqueda de empresas interesadas en la explotación de recursos provinciales, también es un eslabón clave del equipo técnico que consolidó el acuerdo del swap con Estados Unidos y el último desembolso que habilitó el Fondo Monetario Internacional, ambos de 20 mil millones de dólares.

Es este hito lo que lo convirtió en el elegido del libertario, quien augura que la política internacional de su gobierno esté marcada por las relaciones mercantiles que sus funcionarios exteriores puedan recolectar para mantener vigente su modelo económico.

La llegada de Quirno se da luego del cimbronazo que significó la salida de Gerardo Werthein de la Cancillería, amparado en su negativa por quedar sublimado al posible crecimiento de Santiago Caputo en el gabinete. Fue el ahora saliente ministro quien había dejado trascender días atrás que no estaba dispuesto a tener como jefe al todavía asesor presidencial y que su renuncia era un hecho. “Ni en pedo me quedo en un Gobierno manejado por este pendejo”, fueron las palabras que esbozó el empresario a su círculo íntimo para justificar su decisión. Dicen, además, que las diferencias con los métodos de Javier Milei también ya se estaban volviendo insostenibles.

La salida de Werthein de la cancillería descolocó a los funcionarios del oficialismo que deseaban tener más tiempo para tantear los cambios venideros. En los últimos días, luego de que el propio funcionario le comunicara personalmente su decisión a Javier y Karina Milei en la cena que compartieron el viernes por la noche en la Quinta de Olivos, los equipos políticos de la gestión comenzaron a levantar desesperadamente los teléfonos para chequear el estado de situación.

Hasta ayer, el gobierno barajaba distintas opciones. Desde la posibilidad de concretar un enroque con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien encontraría una salida elegante de la gestión luego de tanta turbulencia interna; pasando por Federico Pinedo y hasta el secretario general de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo, la mesa chica analizó todas las opciones. Sin embargo, la más cotizada era la posibilidad de que el actual embajador en Estados Unidos, Alec Oxenford, se quedara con el cargo de Werthein. El empresario tenía el visto bueno de todos los campamentos, pero fue su propia negativa lo que impidió que todo marchara acorde al plan.

La interna incontrolable que habita el gobierno obligó a Javier Milei a ponerse al frente de un reordenamiento que aún no encuentra rumbo. La salida de Cúneo Libarona, retrasada por el propio oficialismo por casi un año, y la partida de Patricia Bullrich al Senado abrió la puerta al deseo encubierto que desde hace tiempo los operadores del gobierno fantasean con concretar. La fusión del Ministerio de Seguridad y Justicia circula por los planes de los despachos más importantes de la gestión. La intención es configurar un súper ministerio que permita llevar los hilos de las dos áreas más sensibles del gabinete desde un mismo escritorio.

Para ello, se especula con un posible desembarco de Guillermo Montenegro a la gestión nacional. El intendente de General Pueyrredón logró hacerse lugar entre los popes libertarios, lo que le valió la buena impresión de Milei. Sin embargo, el ahora electo senador por la Quinta sección tiene la reticencia de la propia Bullrich, quien no sólo desconfía de su linaje macrista, sino que además buscará apuntar a dejar a su segunda, Alejandra Monteoliva, al cuidado de su silla. 

La misma instancia se repite con Sebastián Amerio, actual viceministro de Justicia e íntimo amigo de Santiago Caputo. Su nombramiento al frente de la cartera que deja Cúneo Libarona es prácticamente un hecho, sin embargo la posibilidad de que sea él quien controle un eventual superministerio no es apetecible para la mesa karinista, quien pese a firmar una tregua de convivencia con fecha de vencimiento, no está dispuesta a entregar el manejo político de la gestión a su coterráneo del Triángulo de Hierro.



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