“Lejos de Moscú”, cuando los sueños se apagan, el teatro puede volver a encenderlos
October 30, 2025
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“Hacíamos Las gaviotas, Tres hermanas, Tío Vania; siempre se hacía Chéjov cuando tomaba clases, era importante para la formación. Y después, ya de grande, pude dirigir El jardín
“Hacíamos Las gaviotas, Tres hermanas, Tío Vania; siempre se hacía Chéjov cuando tomaba clases, era importante para la formación. Y después, ya de grande, pude dirigir El jardín de los cerezos en el San Martín. Fue muy bien, muy buena mi relación con Chéjov”, cuenta Helena Tritek sobre este autor que vuelve a visitar ahora en su calidad de directora. La gran actriz y docente, con más de cincuenta años en la escena, dirige Lejos de Moscú, una versión de la escritora Liliana Escliar sobre el clásico de Antón ChéjovLas tres hermanas.
“Es un gran autor que habla de los vínculos, la familia, los sueños que se pierden”, enumera algunas de las razones que la llevaron a volver sobre un autor con el que mantiene una familiaridad distintiva. “Habla sobre los sueños que uno tiene toda la vida y se van deshaciendo, y cómo hay que seguir continuando y preguntándose. Te da fuerzas, reflexiona sobre la vida del hombre”, resume los motivos fundamentales que la impulsaron, en un momento de tanta desazón, a poner en escena una nueva versión de un clásico del teatro y la literatura. Porque, además, lo que cambia la vida de estas tres hermanas no es ninguna acción voluntaria o involuntaria de las protagonistas, sino “la vida misma; ellas sueñan con algo y la vida las lleva por otro lugar. Como nos pasa a nosotros”, ríe.
Para quien no haya tenido la dicha de haber leído o visto alguna obra relacionada con Las tres hermanas, conviene recordar que se trata de tres mujeres que, tras la muerte de su padre —un militar—, quedan varadas en una capital de provincia de la Rusia del siglo XIX, garantía de monotonía y frustración. Las hermanas Prózorov —Olga, Masha e Irina—, junto con su hermano Andréi, después de haber pasado su infancia en Moscú, crecen en el campo, donde las encuentra la muerte del padre. Para tres chicas cosmopolitas el choque es grande: sueñan con volver a Moscú, convencidas de que allí encontrarán la felicidad. Pero de a poco empiezan a sentir el peso del paso de los días, que mina sus deseos y, año tras año, les quita la esperanza hasta reducirla a la mínima expresión.
“Chéjov tiene una mirada sobre la mujer que con el paso del tiempo se ha mostrado adelantada. Ellas tienen amantes y no hay una mirada de censura sobre ellas; tiene una mirada amplia sobre cómo van cambiando las chicas a medida que pierden la esperanza.” Tritek destaca también la adaptación de Escliar: “Liliana consiguió una versión original que la hace más actual. Ella es moderna en su visión. El año pasado hicimos la adaptación de un Ibsen —Manada de lobos—, que fue dificilísimo, y la hicimos en el San Martín. Este año nos abrazamos a Chéjov. Es una delicada versión de un clásico accesible para el gran público, porque el original es muy largo. Respetamos el núcleo, o sea que respetamos a Chéjov, que se da en Japón, en Nueva York y en Buenos Aires. ¿Qué tiene? Habla de la familia, del hombre, de sus sueños.”
Considerada una de las directoras más destacadas de la escena argentina, Tritek se formó con Hedy Crilla y Lee Strasberg en Alemania, y a lo largo de su carrera dirigió tanto en el circuito independiente como en el comercial. Sus obras participaron en festivales internacionales. “Los grandes autores te alimentan, por eso me interesan. Y no sólo a nosotros: al espectador también. Para ver la realidad, la vida cotidiana, cómo uno vive, cómo uno se miente”, dice quien es recordada por títulos como Las pequeñas patriotas, Venecia, Pessoa a persona, El diario de Anna Frank, 33 variaciones y Cielo rojo, el sueño bolchevique. También expresa un “respeto enorme” por el público, especialmente el porteño. “Es amante del teatro, llena las salas. Es la ciudad del mundo en la que más teatros hay. No hay ciudad que tenga doscientos espectáculos los sábados. Esto es algo único que nadie estudia todavía. Por qué hay tantos estudiantes de cine, por qué tantos de teatro, qué busca la gente. Esas preguntas me hago.”
–¿Y encontraste alguna respuesta?
–No (estalla en carcajadas). Le pregunto a (Jorge) Dubatti, de la Escuela de Espectadores; le pregunto a autores en Argentores… hay que hacer un estudio sociológico. No hay autor que hable de eso. Debe ser porque soy mayor, me pregunto mucho eso. Y porque voy a Europa a ver a mi hijo y en Madrid es poquito lo que hay. Acá es una catarata. Es muy grande. Con dinero, sin dinero, en un garaje, en una terraza, en un sótano, en los barrios.
Incluso después de dar por respondida la pregunta, Tritek continúa su reflexión: “Hay algo interior en el alma de cada persona que se junta, ensaya, junta la ropa, hace el estreno… hay algo que nos une. ¿Qué es? ¿Qué necesidad?”.
Tal vez por eso, quien pasa sus días en este suelo pierde de vista el fenómeno. “Viví ocho años en Alemania, era la época de la represión, y sin embargo hubo gente que siguió trabajando. Toda la gente de Teatro Abierto, brotaron obras y el público acompañaba. Y hoy la producción es enorme y es algo que nadie puede responder todavía.” Por eso, estos años de ataques contra el colectivo artístico no la sorprenden tanto. “Hubo censura; yo trabajaba en Canal 7 y había listas negras. Tato Pavlovsky, (Juan Carlos) Gené, un gran maestro, se tuvo que ir. Y volvieron.”
Se suele pensar que, pasados los 80, queda más para disfrutar que para aprender, pero Tritek desmiente esa idea. “Aprendí los contrastes”, dice con la frescura de quien acaba de llegar al mundo y sigue aprendiendo. “Una persona que tiene educación es de una determinada manera, y una que no la tiene es de otra. Ese encuentro, ese enfrentamiento, produce el núcleo de la obra. Una persona viene del barrio y las tres hermanas, que tienen mucha educación, se enfrentan a ella: se produce un choque entre dos clases sociales. Lo que eso produce en el corazón, en los sentimientos. Ves cómo se desenvuelve ese choque que genera ser distinto.”
Versión de Liliana Escliar sobre el clásico de Antón Chéjov Las tres hermanas. Actúan: Milagros Almeida, Fini Bocchino, Julián Cardoso, Hernán Lucero, Ricardo Merkin, Alexia Moyano, Silvina Quintanilla, Julieta Raponi. Dirección: Helena Tritek. Domingos a las 19.30. Sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación (Av. Corrientes 1543, CABA).