Las salteñas Eva Sola y Nadia Szachniuk cantan juntas desde adolescentes. En el universo de la vidala encontraron su denominador común y así conformaron un dúo que acaba de presentar su tercer disco: Hasta que aclare. En él profundizan en la estética del folklore más antiguo, inspirándose en los repertorios anónimos que conformaron la identidad musical del NOA.

El trabajo recupera el sonido del arpa criolla —instrumento introducido por los jesuitas y protagonista en la música litoraleña, paraguaya y del noroeste— para evocar el momento histórico en que las expresiones nativas comenzaron a profesionalizarse y expandirse por el país. Para ello convocaron al arpista Lorenzo París, testigo directo de la actividad musical de los años ’50, y sumaron las participaciones de Andrés Pilar en piano, Seva Castro en guitarra y Facundo Guevara en percusión. El repertorio incluye vidalas, chacareras, cuecas y obras de referentes como Atahualpa Yupanqui, los Hermanos Simón y Pedro Giménez.

Foto: Gentileza Kaloian Santos

Este EP continúa el camino iniciado con Vidala (2011) y Vidala en mi zamba (2021), trabajos con los que el dúo obtuvo Premios Gardel y el Premio Mercedes Sosa. Hoy vuelven a sumergirse en las raíces para revitalizarlas desde su sensibilidad actual. Eva vive en Italia y trabajar a distancia se volvió parte del proceso. “Siempre estamos queriendo vivir en el mismo lugar, pero la vida nos pone en otros”, reconoce Nadia. Aun así, ambas coinciden en que aprendieron a aprovechar los encuentros: cada viaje, cada día compartido se convierte en instancia de creación intensa. “Le sacamos mucho el jugo —dice Eva—. Aunque no haya cotidianeidad, el trabajo sigue, porque estamos comunicadas todo el tiempo y hacemos reuniones virtuales para avanzar”.

La idea de incluir el arpa criolla, cuenta Nadia, venía de lejos. Esa búsqueda se volvió más concreta cuando comenzaron a trabajar con la arpista Isabel Neirot, pionera de una escuela de arpa folklórica. Su muerte en 2020 frenó el proyecto, pero ahora decidieron retomarlo. “Eva conocía al hijo de Lorenzo París, y ahí apareció esta posibilidad hermosa de sumar a Lorenzo, que tiene 88 años y es un pedazo vivo de la historia del arpa en nuestro país”, agrega.

Foto: Kaloian Santos Cabrera

Ese regreso al sonido del arpa se enlaza con la raíz más profunda del dúo. “Nosotras nacimos con la vidala”, resume Eva. Cantar vidalas desde muy chicas marcó una sensibilidad que luego se expandió hacia repertorios afines en origen, estética y época. “La vidala se centra en el noroeste, en Santiago, en La Rioja, especialmente en Catamarca. Y es una de las especies más antiguas de nuestro folklore. Eso ya nos daba un contexto donde buscar: en esa zona y en esa época. Y ahí nos encontramos con todo este repertorio que fuimos cultivando al lado de la vidala y que tiene que ver con música de la primera parte del siglo, la mayor parte de las veces de origen anónimo. Tenemos mucho de recopilaciones. O hay autores, pero las canciones tienen un espíritu que tiene que ver con la copla, con lo anónimo. Es un repertorio antiguo, pero que pasa por nuestro filtro —puntualiza Eva—. No es que estamos rescatando filológicamente una cosa del pasado y que nos interesa que quede intacta históricamente”.

En ese recorrido, la elección de músicos tampoco es casual. Nadia destaca que siempre trabajaron con artistas cercanos y admirados: “Facu Guevara estuvo en los tres discos. En el primero grabamos con Juan Falú. Después se sumaron Seva Castro y Santiago ‘Tarco’ Arias. Ahora, Andrés Pilar y Maggie Cullen. Hay un nivel musical enorme, pero también mucha amistad. Eso pesa mucho”.

A la hora de pensar la relación entre esta música tradicional y otras búsquedas personales más contemporáneas, Nadia reconoce que su horizonte es amplio: “Yo me enamoro de canciones, sin importar el género. Me gusta moverme, refrescarme. No me interesa innovar o hacer fusiones, busco emocionarme”. Eva, por su parte, subraya que en el proyecto del dúo la estética está muy clara: “Sabemos qué buscamos. No es arqueología: elegimos desde nuestra formación y sensibilidad, pero cada vez está más consolidado el proyecto artístico”.

El presente digital les impone desafíos. Nadia admite que la difusión en redes es una tarea que hoy nadie puede eludir: “Es un embole, pero hay que hacerlo. Este año nos hicimos más cargo del Instagram, incluso estamos pagando publicidad. No sé cuánto podremos sostenerlo, pero es parte del trabajo”. Eva suma su mirada: “Tampoco necesitamos ser masivas. ¿Por qué tendríamos que serlo? Cantamos para quien le guste esto. Nosotras sabemos qué es lo que podríamos hacer para hacerlo más comercial. Pero no es esa la idea”. «

Hasta que aclare – Eva y Nadia

1. “Ay tirana” (Irma Elvira Tamasi / José Maria de Hoyos).

2. “La raqueña” (Atahualpa Yupanqui).

3. “Chacarera de los Jumes” (Hermanos Simón).

4. Selección de cuecas: “Arbolito en Miniatura” (Enriqueta Ulloa), “Bajando Sama” (Luis Achá Martínez), “Cuequita del desengaño” (Arsenio Aguirre-Margarita Palacios).

5. “Hasta que aclare” (Pedro Giménez).