antiescuela, alejado de lo educativo y con Dragon Ball por U$S 163 mil
- May 31, 2025
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“¡Mirá, seño, Zamba es de Formosa, como mi mamá!”, “¡Come chipá como yo!”, “¿O no que Lucas se parece al niño que lo sabe todo?”. Es sábado por
“¡Mirá, seño, Zamba es de Formosa, como mi mamá!”, “¡Come chipá como yo!”, “¿O no que Lucas se parece al niño que lo sabe todo?”. Es sábado por
“¡Mirá, seño, Zamba es de Formosa, como mi mamá!”, “¡Come chipá como yo!”, “¿O no que Lucas se parece al niño que lo sabe todo?”. Es sábado por la mañana, llueve en la Ciudad de Buenos Aires y los niños y niñas del fondo del Barrio Carlos Mugica señalan la pantalla y se ríen con El asombroso mundo de Zamba en el centro comunitario al que asisten todas las semanas. “Les encanta Zamba», aseguran sus docentes. «Que sea un niño como ellos es maravilloso porque les da gracia lo que dice. Y es mucho mejor que los adultos contándoles la historia”, dice Sheila, que da clases en los barrios más humildes de Rosario. Postales de otro país.
Hoy la nueva programación de PakaPaka promete la «lucha contra el comunismo» y un Zamba “arreglado” y “con sorpresas”, según el anuncio de la señal. Ya no se habla de «adoctrinamiento«, porque el gobierno no es peronista. Christian Stauffacher, trabajador y delegado del canal, comenta a Tiempo que la primera bajada a la producción fue que estaba explícitamente prohibido tocar temas vinculados al género, a la diversidad sexual y al ambiente.
¿Qué es lo que sí tendrá el PakaPaka ‘libertario’? Producciones extranjeras en español neutro y otros contenidos polémicos, como la serie estadounidense de ultra derecha Tuttle Twins. También se transmitirán episodios de Dragon Ball Z. “Hay un intento de apropiación de la cultura otaku, del manga y del animé por los libertarios, que tienen alguna presencia entre sus filas de cosplayers o jóvenes a los que les gustan los videojuegos”, analiza Tomás Eliaschev, periodista especializado en animación.
La transformación ideológica no saldrá gratis. De acuerdo a la documentación a la que pudo acceder Tiempo, el 30 de abril, el director de PakaPaka, Walter Gomez, solicitó la adquisición de los derechos no exclusivos de emisión de contenidos de Dragon Ball Z por 163 mil dólares más IVA.
Esa cifra es superior al presupuesto que la señal argentina infantil tuvo en 2023, que fue de 120 millones de pesos. Según Stauffacher, ese monto contribuyó al financiamiento de 45 estrenos nacionales, equivalentes a más de 160 horas de programación, en un trabajo realizado con más de 40 productoras. Ahora se pagará más, y solo por el dibujo extranjero, «con la tuya». El delegado resume: “Con PakaPaka se había pasado de ver a las infancias como sujetos comerciales a pensarlas como sujetos de derechos”.
Zamba toca el botón rojo de la máquina del tiempo y se traslada al siglo XVII, a Arete Guazú, la fiesta grande del pueblo guaraní en el norte argentino para la que los artistas esculpen y pintan máscaras. Algunas representan a seres queridos que no están en este mundo: “Para nosotros, los muertos no desaparecen, se reúnen una vez al año en esta gran fiesta”, le cuenta una mujer a Zamba. A 1300 kilómetros, en una sala de 4 años de un jardín de Belgrano, niños y niñas cantan la Marcha de San Lorenzo en base a un video de Zamba. “Gracias a PakaPaka, a San Martín se lo ve como un héroe de Marvel”, cuenta Micaela, la maestra. Hoy el país es otro. Gobierna una fuerza cuyo líder troll, el «Gordo» Dan, afirma con la impunidad y oscurantismo que los caracteriza: «si el adoctrinamiento es de derecha, entonces no es adoctrinamiento».
Pero PakaPaka fue más allá de Zamba. Y ahora qué era una serie producida junto al Programa Nacional de Educación Sexual Integral que exploraba los cambios físicos, sociales y emocionales que se atraviesan en la pubertad. Para los más chicos y chicas estaba Elvira, un microprograma que tenía como objetivo demoler estereotipos y problematizar la violencia de género. La ciencia y la tecnología tenían lugar en Ciencia Zapata, otro dibujo animado protagonizado por dos hermanos que se dedicaban a resolver problemas. Hubo producciones con las características propias de algunas regiones, como Rosarito y sus pizarras mágicas, desde La Rioja.
La potencia didáctica de la señal televisiva estatal fue una referencia en la región. Durante el kirchnerismo, sus contenidos se planificaban en articulación con la cartera educativa, acorde al artículo 102 de la Ley de Educación Nacional. Trabajaban con historiadores, especialistas de cada nivel –inicial, primario y secundario– y de cada área curricular en base a los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP).
“La primera ruptura de los canales fue durante el macrismo, al sacarlos de la órbita del Ministerio de Educación para pasarlos a la dirección de Hernán Lombardi. Ahora, con el gobierno de Javier Milei, la intervención de los medios es más grave porque no permite interacción con la cartera educativa, que haya mecanismos de supervisión y discutir las paritarias de los trabajadores. Hay una sola persona decidiendo la política de los medios educativos sin articular con otras áreas de gobierno”, describe a Tiempo Jésica Tritten, ex directora de Contenidos y Programación de Encuentro y ex directora general de Educ.ar. Esa persona es el vocero presidencial Manuel Adorni.
Una anciana viaja a Cuba en 1940 junto a sus dos nietos mellizos en una moto voladora. “Bienvenidos a mi bello país”, les dice. El cielo está despejado, las niñeces juegan en el parque y el paisaje es muy colorido. “¿Por qué dejarías este lugar? ¡Es tan hermoso!”, pregunta su nieta. Enseguida se trasladan al futuro y oscurece. Las casas destartaladas, la basura se acumula y el ambiente se tiñe de un manto lúgubre. “Lo que sucedió fue el gobierno cubano, cuando adoptaron políticas comunistas como pagar a todos por igual sin importar la habilidad”, lamenta la abuela.
El episodio será una constante crítica lineal y burda a las políticas socialistas. Continúa la abuela: “Frente a estas medidas, los innovadores se van, la competencia y el libre mercado se desmoronan. Ahora, en Cuba son todos iguales. Igual de pobres”.
El capítulo forma parte de la serie animada estadounidense Tuttle Twins, distribuida por Angel Studios, compañía ligada al activismo religioso conservador. Es la misma productora que hizo la película Sonidos de libertad, basada en Tim Ballard, exagente del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos que se presenta como héroe en lucha contra la trata de personas, pero que tiene 23 denuncias por abuso sexual.
Tuttle Twins enseña sobre “libertad, economía y gobierno” con protagonistas como Milton Friedman e incluye episodios sobre “la inflación como monstruo”, las bitcoins y los “subsidios aterradores” con historias que buscan «inspirar» la responsabilidad personal. El individualismo. En un episodio, el personaje Albert Einstein hace una crítica acérrima a la escuela y universidades e invita a no asociar la educación solo con la institución escolar, en línea con las ideas educativas anarcocapitalistas de homeschooling o unschooling.
¿Cómo llegó el dibujo animado a PakaPaka? Eliaschev explicó que Connor Boyack, abogado mormón del Libertas Institute, publicó el libro Los Mellizos Tuttle y las Medallas al Mérito, en cuyas páginas defiende “la causa del mérito” ante “las ideas marxistas”. Allí aparece Milei diciendo «¡Afuera!».
Hubo retuit del presidente y ‘flechazo’. “Un par de meses más tarde del intercambio entre Boyack y Milei, el Estado Nacional pagó U$S 8000 por las dos primeras temporadas de Tuttle Twins. Son 12 capítulos de 25 minutos de pura propaganda anti estatal hecha en Utah. Una parte pagada por contribuyentes argentinos”.
Llegó Milton Friedman a Paka Paka de la mano de Tuttle Twins.
Primera vez en la historia de la tv publica que ponen un programa para enseñar sobre falsificación monetaria, capitalismo y libre mercado. pic.twitter.com/IbsK6uGYCK— Pregonero (@PregoneroL) May 23, 2025
Eliaschev resalta que “el gobierno pasó de decir que había que cerrar todos los medios públicos a tratar de usarlos a su favor”. Mientras, el carácter federal y nacional de PakaPaka dejó su lugar a lo extranjero.
En el caso de Zamba, insiste Eliaschev, se mostraban, con sus complejidades, «figuras contrapuestas que son parte de la construcción nacional”, siempre vinculado a los contenidos curriculares oficiales. Mientras que en Tuttle Twins, Marx es un personaje ridiculizado cuyas ideas hay que derribar, en el episodio sobre la Revolución Industrial de Zamba, el economista alemán aparecía junto al pensador liberal Adam Smith.
Lejos de la propaganda promercado, se trataba de mostrar las complejidades y contradicciones de las teorías. “PakaPaka –concluye Eliaschev– tenía respeto por las infancias, no las subestimaba”.
Entrevistado por el stream libertario Carajo, el director del canal, Walter Gómez, planteó que están realizando acuerdos y co-producciones que “no salen un peso” y que su objetivo es pensar los contenidos “de la manera más comercial que se pueda” sin que dejen de ser educativos: “estamos armando un circuito de ventas para sostener los gastos de la empresa, apuntando a que haya publicidad. Todo esto viene desde la intervención de la señal y el plan que hay para todas las empresas del Estado”. Para Martín Becerra, especialista en medios y política, una cuestión muy interesante de PakaPaka y Encuentro era la ausencia de publicidad comercial: “se diferenciaba de otras señales infantiles y culturales porque asumía que no era un objetivo generar lucro ni ingresos para enriquecer a nadie. Era un servicio que prestaba a la comunidad que protege la posibilidad de que niños y adolescentes puedan contar con una alternativa a todas las demás señales que son híper comerciales y cuya programación está imbuida de una lógica que conspira contra la tarea educativa”.
A través del DNU 111/2024, en febrero del año pasado, el gobierno intervino Educ.ar, Radio y Televisión Argentina y Contenidos Públicos, y la plataforma Contar. En diciembre transformaron la empresa estatal Contenidos Públicos en una Sociedad Anónima Unipersonal Estatal que responde a Adorni. “La intervención de los medios del Estado lo que hace es gubernamentalizar aún más estos medios. Esto implica falta de controles cruzados, por ejemplo, por parte de la oposición, un vaciamiento explícito de la producción de estos canales que, junto a Télam, han sido amputados en cuanto a la dotación y calificación de personal. También, un manejo muy viscoso de medios y negocios privados y compra de programación enlatada, lo que desnaturaliza el carácter de servicio de interés público que tenían estos medios”, explica Martín Becerra. Y advierte: “la conversión en una Sociedad Anónima Unipersonal es un cambio legal para en el futuro eventualmente privatizar, total o parcialmente, los medios del Estado”.