La renuncia de José Luis Espert a ser el primer candidato a diputado nacional de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas del 26 de octubre plantea un nuevo dilema para el gobierno: que el nombre y la cara del economista acusado de narco-corrupción siga figurando en las boletas o intentar una reimpresión contra reloj, con un gasto extra millonario para el Estado: $14 mil millones.
Este año se implementa por primera vez a nivel nacional la Boleta Única de Papel, y dado que las papeletas ya fueron impresas y estaban listas para ser distribuidas desde el 29 de septiembre, no habría tiempo material para reimprimir las boletas.
Los candidatos a diputados nacionales por Fuerza Patria, Jimena López y Sebastián Galmarini, criticaron al Gobierno de Javier Milei por el gasto público que implicará reimprimir las boletas electorales luego de la baja de la candidatura de José Luis Espert, y calificaron el episodio como una muestra de “ineficiencia y desprecio por los recursos del Estado”.
“Correspondía que renuncie, se lo debían a todos los argentinos”, afirmó Galmarini en su cuenta de X, y advirtió que “además de la gravedad del hecho, hay que ver cuánto costó el capricho de Milei de tener un narco en su boleta”.
Según precisó, “en 2023 imprimir boletas costó el equivalente a 34.000 millones de pesos de hoy, y en 2025 ya van $43.000 millones más IVA, unos $52.000 millones”.
“Ahora deben reimprimir por poner a Espert y bajarlo dos semanas antes, lo que sumará otros $14.000 millones. Todo mientras dicen que no hay plata para la salud, las universidades ni las jubilaciones”, remató.
Por su parte, López sostuvo que “el capricho de Milei de sostener la candidatura de Espert nos va a costar más de 100 palos verdes”, y añadió que “todo esto ocurre mientras no hay plata para los jubilados, las universidades ni las personas con discapacidad”.