En septiembre de 2015, unos meses antes de llegar a la Casa Rosada, Mauricio Macri se vio obligado a mover el tablero electoral y bajó la candidatura de Fernando Niembro. Como José Luis Espert, era el primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, en este caso con la escudería de Cambiemos.
El periodista estaba acusado de haber cometido “defraudación” en perjuicio del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires mediante contratos publicitarios millonarios a partir de una investigación revelada por Tiempo Argentino. A diferencia de Espert, Niembro recibió votos en las urnas: más de dos millones de personas lo votaron en las PASO 2015 antes de que Macri lo volase de la lista.
“Estoy convencido de que la Argentina va a cambiar. El miedo no va a triunfar. Ni la resignación, ni la desesperanza. Estamos empezando una nueva era. Tengamos fe”, escribió el reconocido comentarista deportivo en la carta de renuncia. Después, Macri admitió que había sido “una decisión dolorosa”, pero era fundamental “preservar el proyecto”. Cualquier parecido con los argumentos actuales del escándalo Espert no es pura casualidad.
Si bien la Justicia finalmente cerró la causa sobre Niembro, todo comenzó con una investigación de Nicolás Eisler. Tiempo Argentino reveló en 2015 que una empresa perteneciente al periodista deportivo había firmado 192 contratos con el distrito que gobernaba Mauricio Macri por $23 millones. La Usina Producciones no tenía empleados, ni sitio web, ni tampoco otros clientes que no fueran el gobierno porteño o el Banco Ciudad.
Niembro fue acusado por la supuesta comisión de ilícitos en contratos desde 2012 hasta 2015 de publicidad oficial de la Ciudad a la empresa «La Usina Producciones SRL». Espert, en cambio, está sospechado de recibir plata proveniente del narcotráfico para financiar su campaña presidencial de 2019. Aunque el final para ambos fue el mismo: tuvieron que bajarse de las elecciones antes de que el escándalo fuera todavía mayor.