La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, volvió a destacar el rumbo económico del Gobierno de Javier Milei y calificó el ajuste fiscal aplicado en Argentina como «un ejemplo en el mundo». Sin embargo, advirtió que el programa económico necesita legitimidad y apoyo político para consolidarse en el tiempo.
Durante su exposición en el Milken Institute Global Conference, Georgieva recordó experiencias de líderes europeos que aplicaron reformas estructurales profundas y lograron mantenerse en el poder. «Hemos visto ejemplos de líderes valientes que hicieron cosas muy difíciles, recortaron pensiones y salarios en un 40% o 50%, y fueron reelegidos porque lograron que la gente los acompañara», expresó ante empresarios y representantes del sector financiero.
La funcionaria consideró que la administración de Milei «está enviando una señal muy importante, incluso para el sector privado», al defender con firmeza el equilibrio fiscal, pero subrayó que «esa política solo puede sostenerse si cuenta con respaldo popular». Las declaraciones de la titular del FMI llegan a menos de tres semanas de las elecciones legislativas del 26 de octubre, en un contexto marcado por la incertidumbre económica y las denuncias judiciales que rodean a algunos funcionarios del Gobierno.
En ese marco, Georgieva reiteró su apoyo al programa de estabilización argentino y destacó el esfuerzo por reducir el déficit, aunque insistió en la necesidad de ampliar los consensos políticos y sociales. «El éxito duradero requiere más que disciplina fiscal: necesita confianza, diálogo y un sentido compartido de propósito nacional», afirmó.
El FMI sigue de cerca los movimientos de Caputo
Las palabras de la economista coinciden con las gestiones que el equipo económico argentino mantiene desde hace cinco días en Washington. El ministro de Economía, Luis Caputo, el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y otros funcionarios del área financiera participan de reuniones con el Tesoro de los Estados Unidos y con el propio FMI para definir una asistencia adicional al país.
El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, había generado expectativas al afirmar que Washington estaba dispuesto a «hacer lo necesario para respaldar a la Argentina», aunque más tarde aclaró que el apoyo se concretaría a través de una línea de swap y no mediante el envío directo de fondos.
Como parte de la mesa de negociaciones, el FMI supervisa las conversaciones entre el Gobierno argentino y los representantes de la administración de Donald Trump, en lo que podría convertirse en un acuerdo clave para estabilizar la economía y fortalecer las reservas del Banco Central.