October 18, 2025
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inequidad en el acceso al diagnóstico y alertas por pacientes mayores de 70

  • October 18, 2025
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“Cuando me dijeron que me tenía que operar, hubo una demora en otorgarme un turno para la cirugía porque no había camas. En ese tiempo se expandió el

inequidad en el acceso al diagnóstico y alertas por pacientes mayores de 70


“Cuando me dijeron que me tenía que operar, hubo una demora en otorgarme un turno para la cirugía porque no había camas. En ese tiempo se expandió el tumor”. “Llamaba todos los días a la prepaga. De hecho, un día pregunté cuántas veces había llamado ese día y me dijeron que treinta veces. Con la operación también tardaban en autorizar y tuve que llamar muchísimo”. “Seguí insistiendo ya que el médico solo me había dado una crema para los dolores de pecho. Hasta que me mandaron a hacerme estudios y pude llegar al diagnóstico”.

Los testimonios de mujeres con cáncer de mama forman parte del estudio “Mapeo de personas con cáncer” que realizó la Fundación Donde Quiero Estar (FDQE) y mostró un preocupante panorama de inequidades en el acceso al diagnóstico y tratamiento. En promedio, las pacientes esperaron 125 días desde la primera consulta hasta el inicio de la terapia. La cifra es alarmante, considerando que la detección temprana y el tratamiento oportuno son claves para mejorar el pronóstico.

El relevamiento se basó en entrevistas a 153 pacientes, 61 de ellas con cáncer de mama. De cara al Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, el 19 de octubre, los datos muestran dificultades geográficas, económicas, de cobertura, administrativas y culturales.

Falencias en todas las instancias

El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más frecuente en Argentina, con más de 21.600 casos nuevos diagnosticados en el país al año, según el último reporte publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2022. La clave para reducir la mortalidad radica en la detección precoz.

“La detección temprana es fundamental. Mientras más pequeña sea la masa a tratar, mejores son las probabilidades de cura. Más del 90% de los pacientes diagnosticados en etapas tempranas tienen chance de curación”, afirmó Sebastián Alba Posse, Cirujano Oncológico y Especialista en Patología Mamaria del Hospital de Clínicas de la UBA.

Por eso, los problemas y demoras en el acceso diagnóstico y tratamiento generan alarma. “Está demostrado que cuanto más temprano es el diagnóstico, más posibilidades de cura y tratamientos menos invasivos y menos tóxicos. Inclusive, menos gastos para el sistema de salud. Debemos actuar todos los actores implicados en el sistema de salud para mejorar estas estadísticas”, dijo Verónica Baró, jefa del servicio de oncología de la Clínica San Jorge, en Tierra del Fuego.

De acuerdo al estudio de FDQE, entre las dificultades para acceder a la primera consulta, 1 de cada 2 (55%) encontró obstáculos para conseguir turnos, el 14% desestimó los síntomas, un 10% recibió un diagnóstico erróneo o tuvo complicaciones con el diagnóstico, otro 10% enfrentó trabas burocráticas o de cobertura y el 7% argumentó complicaciones para trasladarse a un centro de salud.

En tanto, el 51% reportó dificultades para acceder al diagnóstico vinculadas a la obtención de turnos (37%), burocráticas o de cobertura (40%) y por la distancia hasta los centros de salud (20%).

Una vez obtenido el diagnóstico, casi 4 de cada 10 (37%) presentó dificultades hasta llegar a la primera medicación: tiempos de entrega (59%), autorizaciones y otras cuestiones burocráticas (36%) y problemas de disponibilidad (18%).

El 49% de las pacientes obtuvo sus fármacos a través del sistema público, el 29% mediante obras sociales o prepagas y el 22% combinó fuentes públicas, privadas y comunitarias. Una de cada tres pacientes dijo haber tenido dificultades para acceder a la medicación y el 14% la consiguió gracias a donaciones.

cáncer de mama

Cáncer de mama después de los 70

Un tercio de los casi 22 mil nuevos casos de cáncer de mama que se detectan anualmente en Argentina se da en pacientes de más de 70 años. “Las mujeres mayores acumulan una mayor exposición a estrógenos endógenos y exógenos, además de una menor capacidad de reparación del ADN, lo que incrementa la probabilidad de mutaciones oncogénicas y la aparición de varios tipos de cánceres, entre ellos el de mama”, explicó la mastóloga Azul Perazzolo, ginecóloga y mastóloga del Centro Mamario del Instituto Alexander Fleming (IAF).

“El cáncer de mama en mujeres mayores de 70 años representa más de un tercio de los casos nuevos de cáncer de mama diagnosticados anualmente. Esta tendencia se explica por el envejecimiento poblacional y por el incremento de la expectativa de vida, lo que hace que cada vez más mujeres vivan lo suficiente para desarrollar esta patología”, señaló.

Si bien las cifras de cáncer de mama en la Argentina muestran que la tasa de mortalidad tuvo un descenso del 1% anual en el periodo 2002-2022, los números absolutos siguen siendo altos: cada año se registran 5.750 defunciones, con una tasa de mortalidad ajustada de 15,8 cada 100.000 mujeres. Además, el riesgo de morir por cáncer de mama aumenta conforme avanza la edad: alcanza su valor máximo en mujeres mayores de 80 años.

“En sí el cáncer de mama no es más peligroso después de los 70 años, pero sí es un grupo etario que presenta mayor comorbilidades”, apuntó el comunicado del Centro Mamario del Instituto Alexander Fleming, que remarcó la necesidad de encarar los casos desde la oncogeriatría y alertó que “en las pacientes mayores de 70 muchas veces se dice que los tumores ‘caminan más lento’, lo que genera una peligrosa tendencia a subestimar el impacto de la enfermedad en esta etapa de la vida”.

Edades y controles

La prevención y detección temprana del cáncer de mama depende de la edad y el momento de la vida de cada paciente. A los 20 años es muy poco frecuente y alcanza con la consulta médica inmediata ante cualquier cambio sospechoso, como un bulto o una secreción.

A partir de los 40 años se incrementa el riesgo: es cuando las principales sociedades médicas aconsejan realizar una mamografía todos los años. “En las mujeres con mamas densas, puede complementarse con una ecografía para mejorar la sensibilidad del estudio. Y en quienes tienen un riesgo alto —como portadoras de mutaciones genéticas o antecedentes familiares relevantes—, puede sumarse la resonancia magnética. En los primeros años después de la menopausia, el control sigue siendo esencial”, dijo Daniel Mysler, jefe del Departamento de Diagnóstico por Imágenes del IAF.

“En la práctica clínica, muchas mujeres añosas quedan fuera de los programas de tamizaje (como examen clínico y mamografía) por diversas razones: disminución del acceso a controles de salud, menor expectativa de vida, presencia de comorbilidades o percepción errónea de que ya no tienen riesgo. Esta falta de detección sistemática puede llevar al diagnóstico en estadios más avanzados. Hay que remarcar que el cáncer de mama detectado a tiempo es curable más allá de la edad de la paciente. Es fundamental personalizar las estrategias de tamizaje, considerando la expectativa de vida, el estado funcional y las preferencias de la paciente”, concluyó Perazzolo.



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