October 19, 2025
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un pantallazo sobre la realidad que la propaganda contra la isla quiere ocultar

  • October 19, 2025
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Invitado por IBEROATUR, que preside el panameño Humberto López Tirone, tuve la oportunidad de asistir como ponente al X Encuentro Iberoamericano de Agroturismo que se celebró en Cuba

un pantallazo sobre la realidad que la propaganda contra la isla quiere ocultar


Invitado por IBEROATUR, que preside el panameño Humberto López Tirone, tuve la oportunidad de asistir como ponente al X Encuentro Iberoamericano de Agroturismo que se celebró en Cuba entre el 30 de septiembre y el 5 de octubre.

Para mí era el ingreso al grupo internacional del agroturismo y el reencuentro con Cuba después de casi dos décadas.

La curiosidad era el sentimiento dominante antes de viajar. Curiosidad por conocer a quienes promueven el agroturismo en Iberoamérica. Inquietud por saber cuánto de cierto o falso tiene la narrativa sobre Cuba, que suele oscilar entre un país que se ha caído del mapamundi o una sociedad de sobrevivientes de un campo de concentración nazi hambreados, envilecidos.

La asistencia al X Encuentro de Agroturismo no sólo satisfizo mi curiosidad intelectual, sino que superó cualquier expectativa optimista por su nivel de organización y por la calidad académica de los ponentes, comentaristas, moderadores y participantes en los debates. Entendí que en esta nueva vertiente del turismo internacional se ha congregado una elite de” turistólogos” capaces de abordar desde el significado del agroturismo para la economía circular, respetuosa del medio ambiente, hasta la utilización de la inteligencia artificial en su promoción y administración. Y la capacidad organizativa del Ministerio de Turismo de Cuba que fue óptima contraparte de IBEROATUR.

Agroturismo en Cuba: un pantallazo sobre la realidad que la propaganda contra la isla quiere ocultar

El acto de inauguración se realizó en el Jardín Botánico Nacional.  Las actividades académicas se realizaron junto a visitas a experiencias concretas de agroturismo en la isla. Hubo visita a la finca Vista Hermosa y a la finca Guanabito. Hubo visita a la Universidad Agraria de La Habana y a la biofábrica de semillas. Hubo visita a la Universidad de La Habana y encuentro con personal académico y científico. Ubo también visita a las fincas Bugambilia y Tukansuk en Artemisa. Hubo recorrido por el complejo Las Terrazas y Soroa, al igual que por las fincas en Pinar del Río y Rancho San Vicente. Hubo un Guateque o fiesta campesina y actividades culturales.

La clausura, en el salón Arco de Cristal del Hotel Tropicana, con la participación del conjunto teatral de niños La Colmena, que con acompañamientos musicales versificaron las resoluciones finales del X Encuentro Iberoamericano de Agroturismo.

El interés por conocer la realidad de Cuba en 2025 en profundidad no podía satisfacerse en tan pocos e intensos días de trabajo, por lo cual me tuve que conformar con las impresiones de mis conversaciones con los cubanos que encontré en la calle, de los empleados y huéspedes de los hoteles en que me hospedé, de los campesinos administradores y/o copropietarios de las fincas que visité, de los músicos que en La Habana o en las fincas amenizaron nuestros arribos o despedidas porque, como dicen todos, “Cuba sin música no existe “. Y los choferes, guías de excursión, funcionarios de Ecotur que nos acompañaron en nuestros recorridos. El funcionario técnico de Pinar del Río con el que pude conversar mientras compartía la cena o los funcionarios del Ministerio de Turismo con quienes departí mientras disfrutaba de una cena coctel de bienvenida.

Cronológicamente mi primera conversación versó sobre el problema de mediano plazo más importante del país. La respuesta del amigo del Ministerio de Turismo fue contundente: es el demográfico porque las mujeres por sus aspiraciones profesionales de personas educadas y las dificultades de la vida cotidiana cubana no quieren tener más de un hijo. Unido a ello la migración voluntaria a países de Iberoamérica y Estados Unidos y la alta esperanza de vida, reducen cada día la cantidad de personas en edad de producir.

En Pinar del Río un funcionario de planificación me dijo que en esa provincia y otras un gran tema era que los municipios entendieran que la planificación horizontal para lograr objetivos de desarrollo local debía complementarse y no supeditarse a la planificación vertical.

En un momento el funcionario me dijo, con la apertura total con la que hablan los cubanos entre sí y con el visitante extranjero, que lo que estábamos conociendo en nuestra visita eran experiencias exitosas. Yo le pregunté: “¿Es una burbuja?”. Y él me dijo no, pero es sólo una parte de la compleja realidad cubana.

En Pinar del Río encontré a un pintor paisajista Lester Campa Melo, que había visitado Ecuador para la inauguración de la Capilla del Hombre del gran Osvaldo Guayasamín. Y descubrí a un cantante de música campesina, Polo Montanez, amado en su provincia que le rendía tributo permanente tras su temprana desaparición. Antonio, el afrocubano que nos acompañaba como guía turístico, además de esa profesión tenía la especialidad de metal mecánica y era bilingüe. Hablaba español y alemán. Y su cultura política me sorprendió.

Longuino, funcionario de Ecotur, hizo una exposición ilustrada y concreta de los avances, objetivos y dificultades del desarrollo del agroturismo en Cuba.

Telmo, otro funcionario de Ecotur, mostró interés y conocimiento de las realidades políticas sudamericanas, mientras juntos analizamos las realidades y perspectivas políticas de Ecuador y Bolivia sobre cuya próxima elección presidencial mostró versación. Además, Aysen, el afrocubano que conducía nuestro autobús, Cristina, la empleada del lobby del hotel Copacabana en La Habana, y los ciudadanos de a pie con los que me encontré la única tarde que pude visitar el malecón, me permitieron comprobar que la Revolución de Fidel Castro le había dado a un pueblo per se inteligente y generoso orgullo de patria. Le dio organización estatal y social, disciplina, resiliencia, educación, salud.

Cuando volví a México pude reflexionar sobre los días vividos en Cuba. También sobre la visita al hospital Calixto García, en cuyo pabellón dedicado a la tercera edad mi padre había sido diagnosticado de cáncer hace varias décadas y había recibido el protocolo de tratamiento.

Fidel Castro, quien había transformado la vida de su patria en casi siete décadas, no tenía por voluntad expresa de él ninguna placa, calle, plaza, aeropuerto, ciudad, aldea que lleve su nombre. Su figura estaba siempre presente con respeto y afecto en todas las personas de a pie con las que libremente hablé.

Pensé que Fidel fue marxista y martiano. Marx amaba el viejo refrán “nada de lo humano me es ajeno”. Martí decía “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”

Con nostalgia y ternura recordé a los niños del grupo La Colmena quienes habían cantado, bailado y versificado la declaración final del X Encuentro de Agroturismo.

José Martí escribió “Los niños son invencibles”. “En el báculo de los niños vendrán las soluciones”.

Pensé meditando en el presente y futuro de Cuba, siempre bloqueada y amenazada por Estados Unidos, que un pueblo que oprime a otro no es libre y que cualquier pueblo en cualquier lugar del planeta debe tener derecho a darse la forma de gobierno que le plazca.

También que quienes creen y difunden las narrativas negativas in extremis sobre Cuba, su pueblo y su vida, viven “en una burbuja”.



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