El próximo 5 de julio, Black Sabbath ofrecerá su último show en Villa Park, Birmingham, la ciudad donde todo comenzó. Será la despedida definitiva de la banda que inventó el heavy metal. Y lo hará con una formación casi milagrosa: Tony Iommi, Ozzy Osbourne, Geezer Butler y Bill Ward volverán a compartir escenario por primera vez en más de 20 años.

La ocasión no será un simple concierto. El evento, bautizado The End Begins Where It All Began, funcionará como festival y homenaje. Tocarán Metallica, Guns N’ Roses, Pantera, Slayer, Alice in Chains, Mastodon, Gojira, Lamb of God y un supergrupo integrado por Slash, Billy Corgan, Tom Morello y otros artistas clave de la historia del metal y el rock alternativo. Todos se reunirán para celebrar a los pioneros que transformaron el blues electrificado de finales de los 60 en una explosión oscura, distorsionada y esencial.

Ozzy Osbourne, que padece Parkinson y otros problemas de salud, subirá al escenario parcialmente asistido. “No puedo hacer un show completo, pero estaré ahí. Sentado o parado, no importa. Es el final de una era, y no podía perdérmelo”, dijo.

El evento fue impulsado por Sharon Osbourne y curado musicalmente por Tom Morello, quien aseguró que “nada se le acerca en importancia a Sabbath, y este será su ritual final”. La elección de Villa Park no es casual: es el estadio del Aston Villa, club del que Iommi y Butler son fanáticos, y está a apenas minutos de los barrios donde nacieron.

Además de la reunión histórica de Sabbath, lo recaudado será donado a organizaciones benéficas: Cure Parkinson’s Trust, Birmingham Children’s Hospital y Acorn’s Children’s Hospice. También habrá transmisión global vía streaming.

Fundados en 1968, Black Sabbath cambió para siempre el sonido de la música popular con discos como Paranoid, Master of Reality y Sabbath Bloody Sabbath. Su influencia atraviesa generaciones: sin ellos no existirían ni Metallica, ni Nirvana, ni Slipknot. Su legado es tan profundo que incluso bandas de géneros lejanos reconocen su marca.

Será una jornada que quedará en la historia de la música, eso está claro.