Para acompañar a familiares y sobrevivientes de la ex ESMA, organismos de derechos humanos, organizaciones estudiantiles, políticas, sociales y sindicales realizan este sábado un abrazo al Museo Sitio que funciona en ex centro clandestino de detención de la Marina que fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
El acto se realizará a las 15 para rechazar la alteración inconsulta de los contenidos así como por el vaciamiento del Museo Sitio, que sufrió despidos y recortes presupuestarios que ponen en riesgo su integridad. funcionamiento así como su conservación.
La actividad, organizada por el Colectivo de Sobrevivientes y testimoniantes de la ESMA, busca la restitución de los contenidos y que el Museo vuelva a tener su jerarquía institucional y su autonomía perdida luego de que fuera sacado de la órbita de la subsecretaría de Derechos Humanos y pasara a ser una unidad organizativa que depende del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH).
Esa desjerarquización significó también el despido de la directora del museo, Maiki Gorosito, y en su lugar fue designado Fernando Vedoya, quien venía de cumplir funciones en la Secretaría de Niñez de Capital Humano y a quien no se le conocen antecedentes en memoria y derechos humanos. A eso se sumó el reciente nombramiento de Manuel Larrabure (revelado por La Retaguardia), nieto del coronel Argentino del Valle Larrabure, cuyo secuestro y muerte es utilizado por los sectores negacionistas para impulsar la teoría de los dos demonios.
“No vamos a permitir que borren de un plumazo la verdad, porque seguimos hablando, porque seguimos teniendo memoria y porque seguimos buscando justicia”, sostuvo en diálogo con Tiempo Ana María Soffiantini, sobreviviente de la ESMA e integrante del consejo asesor del Museo, y cuestionó la designación de Vedoya y Larrabure: “¿Quiénes son? ¿Cuál es la trayectoria que tienen? ¿Cuál es su ideología? Es claro, ellos no van a cuidar ahí la memoria, la van a destruir”.
Soffiantini señaló que la actividad es un intento para que “estos señores entiendan que esto no les pertenece a ellos, esto le pertenece al pueblo y que no es ni de un partido político ni de estos señores negacionistas, machirulos y misóginos”. “Esto es una construcción que hicimos con las luchas llevadas a cabo por esas Madres que dejaron de hacer las milanesas y salieron a la calle, esas Abuelas que buscan a sus nietos y nietas y a la lucha de los sobrevivientes, que el testimonio es nuestro compromiso”, añadió.
El museo fue inaugurado en 2015 por la presidenta Cristina Fernández luego de varios años de trabajo y de búsqueda de consensos con familiares y sobrevivientes sobre qué contenidos incluir en lo que fue un centro clandestino de detención, tortura y exterminio por donde pasaron miles de personas y sólo sobrevivieron unos cientos.
Tras incluir la muerta Ser Mujeres en la ESMA, el museo agregó a esos contenidos una mirada de género para incluir las vivencias específicas que habían tenido las mujeres en ese lugar. Esto fue borrado de un plumazo por el nuevo director sin siquiera consultarlo con el consejo asesor.
“Nos enteramos que habían arrancado las marcas de género, que fue todo un proceso que hicimos entre las que pudimos sobrevivir a ese plan sistemático criminal de exterminio y que lo pudimos contar. Nos costó mucho abrirnos acerca de esa memoria, de ese dolor, de esas violaciones, de esos abusos, de esos insultos… nos silenciaron de todas maneras mucho tiempo. Fue muy terrible poder avanzar sobre esto y fue extraordinario, y estos estúpidos que están hoy se creen que es solo un lenguaje inclusivo el que arrancan de las paredes pero nos están arrancando a nosotras y no lo vamos a permitir y la vamos a seguir peleando”, concluyó.