October 18, 2025
Politica

El peronismo ante el espejo de su historia

  • October 17, 2025
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Los ochenta años del 17 de octubre pusieron al peronismo ante el espejo de su historia. Una historia circular, como la del país. Si en 1945 el antagonista

El peronismo ante el espejo de su historia


Los ochenta años del 17 de octubre pusieron al peronismo ante el espejo de su historia. Una historia circular, como la del país. Si en 1945 el antagonista había sido Spruille Braden, en 2025 ese rol está repartido entre Scott Bessent y el designado embajador Peter Lamelas, de todos modos un personaje menor. La jornada fundacional había comenzado con Perón recluido en el piso 11° del Hospital Militar. Ochenta años después una figura central de la política argentina está presa e inhabilitada de por vida. Lo que podría haber sido una recordación de viejas épicas se convirtió en otra cosa: el pasado y el presente dialogan ante la prisión domiciliaria de Cristina Fernández de Kirchner. San José 1111 fue hoy el epicentro de una concentración que llegó hasta la esquina con Humberto 1°. La multitud escuchó su discurso a través de un mensaje de audio.

El octogésimo aniversario del 17 de octubre encontró al peronismo en la oposición. Como ocurre en estas circunstancias, el movimiento fundado por Perón se muestra descentralizado; activo pero distribuido en torno a distintos polos de poder. Está, así y todo, menos disperso que al inicio del mileísmo.

La fotografía del presente explica la diversidad de actos y actividades convocadas en las últimas 48 horas para conmemorar el aniversario, una efeméride de números redondos: las ocho décadas del acontecimiento que se perpetuó en los libros de historia (y en la mitología peronista) como el Día de la Lealtad.

En el área metropolitana coexistieron tres locaciones: la sede de la CGT de Azopardo al 800, la quinta de San Vicente y la intersección de San José y Humberto 1° en el barrio porteño de Constitución.

El peronismo ante el espejo de su historia

La central sindical primereó en la víspera con una evocación que se valió de la tecnología para hacer un mapping sobre la ochava de Azopardo e Independencia: allí proyectaron escenas de la vida política y personal de Perón. Hubo también apelaciones al teatro y discursos del entonces secretario de Trabajo y Previsión. En simultáneo transmitía el streaming cegestista, bautizado “Azopardo”. El impacto visual del evento, programado para la tarde, fue creciendo con la noche.

El mediodía del viernes al mediodía fue el momento elegido para el acto oficial de la provincia de Buenos Aires. Se realizó en la quinta de San Vicente, museo bonaerense y donde se hallan los restos del tres veces presidente de la nación y fundador del justicialismo. Asistieron el gobernador Axel Kicillof, la vicegobernadora Verónica Magario y el gabinete provincial junto a intendentes, legisladores y dirigentes sindicales, la mayoría del Movimiento Derecho al Futuro (MDF).

También participó el primer candidato a diputado Jorge Taiana, que el 26 de octubre encabezará la boleta única en representación de Fuerza Patria; otro asistente notorio fue Juan Grabois, tercer postulante de la nómina.

La recordación de San Vicente, realizadada entre carteles con la leyenda “Día de la lealtad peronista”, se completó con una serie de discursos. Los oradores hablaron sobre un palco montado a metros del Mausoleo y delante de un mural que representaba el abrazo de Perón y Evita como única escenografía. Fueron, sucesivamente, el intendente local, Nicolás Mantegazza, Magario, Taiana y el gobernador.

Kicillof, encargado del cierre, advirtió con dureza sobre las urgencias financieras del país. Definió el programa de Milei como “un fracaso” y recordó que el gobierno mileísta requirió cuatro “salvatajes” desde que asumió. “Nadie que está bien, que tiene éxito, necesita que lo salven cuatro veces. Es un fracaso”, cargó.

Cuando terminó el evento en San Vicente, Kicillof partió hacia San José 1111 junto a su ministro de Gobierno, Carlos Bianco. Según pudo saber Tiempo, la organización de la caravana por “Cristina libre” no tenía previsto ningún escenario ni un espacio reservado a los dirigentes y las personalidades.

El peronismo ante el espejo de su historia

Como ocurrió en la convocatoria del 18 de mayo en Plaza de Mayo, en la que prometió el regreso del peronismo al poder (“lo que más me gustó fue escucharlos cantar «Vamos a volver» sorprendió aquella vez), Cristina grabó un mensaje para difundirlo por los equipos de sonido. Por supuesto, estaba prevista su aparición en el balcón del segundo piso.

Acaso sin preverlo o tal vez sí, la caravana por la libertad de CFK transitó por el AMBA con tres recorridos diferentes. Llegaron a Constitución procedentes del norte, el sur y el oeste del conurbano. En ese aspecto, como también en la sinergia entre columnas organizadas y ‘gente suelta’, más librada a la espontaneidad, la conmemoración de 2025 tuvo puntos de contacto con el hecho fundante.

Otras semejanzas las aportó el contexto geopolítico. La movilización por su libertad coincidió con un nuevo posteo del titular del Tesoro. “Estados Unidos apoya a Argentina”, escribió Bessent en su cuenta de la red social X; finalizó su mensaje atribuyéndose la capacidad de “estabilizar a Argentina”.

La intervención de EEUU en la actualidad económica e institucional del país quedó expuesta (por si faltaba aspereza) en el condicionamiento lanzado por Donald Trump. “Si (Milei) pierde, no vamos a ser generosos”, advirtió el martes desde la Casa Blanca. Ochenta años atrás, el involucramiento de Washington estaba representado por el -tan nombrado- Braden.

Cristina

De temperamento volcánico e irrefrenable afán de protagonismo, el entonces embajador en Buenos Aires estuvo a cargo de la misión hasta el 23 de septiembre de 1945. En esa fecha Harry Truman dispuso su regreso a Washington, donde lo nombró secretario adjunto de Estado con actuación preferencial en las Américas.

“Braden o Perón, la historia oculta”, de Fabián Bosoer, es una buena fuente para entender el vínculo entre el creador del justicialismo y el representante de Washington. El libro desempolva archivos locales más cables diplomáticos de EEUU y de otras potencias extranjeras. Un tramo ilustrativo es el testimonio del entonces embajador británico, David Kelly, quien en 1945 llevaba tres años designado en la Argentina.

Al escribir sobre Braden, Kelly suena implacable: “Llegó a Buenos Aires con la idea fija de que la providencia lo había elegido para derrocar al régimen Farrell-Perón”, dice en sus memorias. Más adelante sostiene que el gobierno británico “compartía” su punto de vista sobre la beligerancia de Braden, una actitud que terminaba beneficiando a la Casa Rosada. Según Kelly, “las técnicas estadounidenses servían para producir un efecto contrario al que se deseaba”.

Bosoer reproduce un fragmento del libro “Yo, Juan Domingo Perón”, escrito por el español Torcuato Luna De Tena y basado en una serie de entrevistas de la época del exilio en Madrid. Perón define allí a Braden como “un individuo temperamental” y “un búfalo”. Y añade: “Yo lo hacía enojar, y cuando se enojaba atropellaba las paredes… que era lo que yo quería, porque entonces perdía toda ponderación”.

Es una semblanza del archirrival que contribuyó a catapultarlo. Un rasgo personal sanguíneo, más la hostilidad de la política exterior norteamericana tras su victoria en la Segunda Guerra, fueron parte del telón de fondo que acompañó y precedió al surgimiento del peronismo.

La historia es impredecible, pero algunas variables se repiten. Puede ser como farsa, puede ser como tragedia: lo que está claro que los hilos de la dependencia siguen ahí, intactos. Y tienen tanta vigencia como las circunstancias que fueron llevando a una muchedumbre a confluir en un lugar y en una fecha: la Plaza de Mayo, un 17 de octubre.



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