del rechazo editorial al estreno en Hollywood con Jennifer Lawrence y Robert Pattinson
November 7, 2025
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A principios de 2012, frente al repetitivo rechazo de diversas editoriales, Ariana Harwicz decidió autopublicar su novela Matate, amor con la ayuda financiera de su familia. Ese gesto
Harwicz lo hizo a partir de un argumento clásico: una mujer extranjera se muda al campo con su marido y su hijo recién nacido. Sin embargo, lo que suponía cumplir el bucólico y ancestral sueño de vivir fuera de la ciudad y de las pestilencias de la civilización se transformaba rápidamente en pesadilla. En su desesperado intento de escapar de lo que se espera de ella como madre, esposa y ama de casa (e incluso cuidadora de un perro), la mujer recurre a acciones catárticas que, en la Edad Media, la habrían llevado a ser acusada de brujería y condenada a morir quemada; a fines del siglo XIX, los médicos machistas la hubieran diagnosticado de histeria; y en el siglo XX, incluso a principios del XXI, los profesionales de la salud mental la habrían recluido, clasificándola dentro de los espectros de la locura. Así, las escenas literarias muestran recurrentemente al personaje femenino principal escapando al bosque, revolcándose en la tierra, masturbándose con urgencia e imaginando o consumando relaciones sexuales con los lugareños en los escasos márgenes de tiempo en que podía alejarse de las tareas de cuidado del niño, perseguida por imágenes de infidelidades de su marido y buscando protección en la mirada de un ciervo.
Jennifer Lawrence y Robert Pattinson.
Luego de ser llevada al teatro con Erica Ricas a la cabeza, traducida al inglés, reconocida internacionalmente y nominada al Premio Booker en 2018, la ficción de Ariana Harwicz captó la atención de Martin Scorsese. La historia, adaptada al cine bajo el título Die, My Love y protagonizada por figuras como Jennifer Lawrence y Robert Pattinson, se estrena hoy en Argentina, tras haber sido aclamada en el Festival de Cannes. La directora Lynne Ramsay afrontó el desafío de plasmar en imágenes potentes -que seguramente se volverán icónicas- una historia sobre las complejidades de la maternidad y el matrimonio, de una mujer que no se resigna a renunciar a su libertad, su rebeldía y su hipersexualidad para asumir las tareas de cuidado impuestas por el sistema patriarcal tras el nacimiento de su hijo.
–¿Cuál fue la inspiración de la novela?
-El momento de inspiración ocurrió entre 2011 y 2012; llevarla a cabo me tomó nueve meses. Fue un momento muy particular porque coincidieron muchas cosas: estados de ánimo, espirituales y mentales. Me había mudado al campo, acababa de ser madre, era inmigrante y atravesaba una fuerte crisis existencial, una especie de auto-denigración. En ese cóctel molotov de angustia, me refugié en la novela y me aferré a ella.
Die, My Love se toma algunas libertades en relación al libro de Ariana Harwicz.
-Pensando en que fue escrita y publicada en una época en que, a partir de las luchas de las mujeres, comenzaban a visibilizarse las violencias de género y las injusticias contra ellas, ¿qué te parece que dice la novela de la época en que fue escrita?
-Es cierto que cada novela, poema o pieza artística pertenece a su época, aunque también puede contradecirla o refutarla. Cada obra refleja cómo se habla, cómo se viste la gente, cómo se piensa y qué relación tiene la época con la muerte, el sexo, el amor y la sensibilidad. Pero una buena obra discute su tiempo, lo niega y lo oculta; se sitúa en otra época, pasada o futura. Ojalá mi novela haya cumplido esa función. No la escribí pensando en la época, pero sí refleja su sensibilidad y su forma de expresar la violencia.
–¿Qué condiciones políticas y sociales llevaron a que tuvieras que publicar la novela por tus propios medios, y ahora Scorsese la adapte con artistas reconocidos?
-La autopublicación existió y siempre existirá. Publicar un libro es muy difícil, al igual que hacer una película. La historia y las biografías de muchos artistas lo muestran: siempre hay rechazo inicial. Que un editor no acepte tu novela es la norma, no la excepción. La excepción es que una novela se publique y, más aún, que se convierta en película.
-¿Cuáles te parecen los aspectos más diferenciables entre la novela y la versión cinematográfica?
-La película la vi una sola vez en el Festival de Cannes, por lo que no tengo la distancia necesaria para hacer un análisis completo. Más allá de la traducción de la lengua, lo que más cambia es la interpretación del humor. La novela explora lo performático del humor, la verborragia y el aspecto teatral del personaje femenino principal. La película opta por otro camino, incorporando elementos de la cultura estadounidense y una visión anglosajona de la locura, mientras que en la novela el personaje no está loco en absoluto.
–¿Cuáles te parecen los tópicos más destacables de la película?
-La atmósfera, el estado mental del personaje, la relación con la naturaleza, el desborde, la ausencia de filtros y la transgresión. Todo eso permanece, aunque reinterpretado por la directora.
–En tiempos de Trump y Milei, cuyos discursos y acciones atentan contra los derechos de las mujeres, ¿qué función política puede cumplir la película?
No creo que el arte deba responder a ningún contexto político. El arte siempre es independiente, emancipado y soberano.
Die, My Love, basada en el libro de Ariana Harwicz
Dirigida por Lynne Ramsay y coescrita por Enda Walsh. Elenco: Jennifer Lawrence, Robert Pattinson, Sissy Spacek, Nick Nolte y Lakeith Stanfield. En salas.