En el gobierno no pudieron más que festejar cuando Cristina Fernández de Kirchner confirmó lo que su círculo ya había dejado trascender meses atrás. El nombre de la dos veces presidenta de la nación y ex titular del Senado volverá a aparecer en una boleta que sólo podrán elegir quienes habiten la enmarañada tercera sección, un triunfo que la gestión libertaria se arroga por forzar al peronismo a jugar “su carta más alta” en una contienda tan pequeña. Sin embargo, en la mesa chica del gobierno de Javier Milei, que desde hacía varias semanas especulaba con la posibilidad de esta confirmación, empiezan a crecer nuevas desavenencias sobre la elección del candidato que competirá contra la titular del Partido Justicialista en su bastión por excelencia.
El conflicto se recuesta entre el sector de la mesa que responde a Karina Milei y los referenciados con Santiago Caputo, accionistas VIPs del Triángulo de Hierro del presidente. Los arquitectos de la gestión libertaria arrastran desde hace meses disputas internas por las diferencias manifiestas en la ejecución de la estrategia electoral con la que juegan en los diferentes territorios, una instancia que quedó expuesta en las negociaciones que el oficialismo lleva adelante con el PRO. El diputado Cristian Ritondo, embajador de Mauricio Macri en la Casa Rosada, aumentó su masa muscular de tanto equilibrarse entre el despacho de la secretaria general y el asesor presidencial, con quien tiene una relación de símil amistad.
Aunque desde el gobierno buscan bajarle la espuma al conflicto, lo cierto es que la posibilidad de lograr una convivencia pacífica entre ambos sectores empieza a ser cada vez más insostenible. Denuncias sobre acomodos a militantes que responden sólo a Sebastián Pareja, armador en PBA, y cruces virtuales entre las facciones del titular de La Libertad Avanza en Provincia y los jóvenes caputistas sincronizados en Las Fuerzas del Cielo emergen a borbotones. La génesis de esta interna es el manejo del poder electoral. Ni más ni menos.
El caso que marcó un parteaguas en la relación entre estas dos facciones fue la elección santafesina del pasado 13 de abril. Allí, Eduardo “Lule” Menem, mano derecha de Karina, impuso su voluntad de competir con una lista propia y “pura”, a contramano de las recomendaciones del asesor presidencial, quien hasta último momento insistió en concretar una alianza con Amalia Granata. El consejo no fue escuchado y el karinismo chocó de frente con los 15 puntos que se llevó Nicolás Mayoraz, el entonces elegido para competir contra Maximiliano Pullaro y el representante del peronismo, Juan Monteverde.
La elección en la provincia de Buenos Aires, y en particular en la tercera sección, está atravesada por la misma situación. Santiago Caputo aspira a que el candidato que enfrente a CFK sea una cara fresca, con escasa participación política y que su perfil se acomode sin dificultad a la irreverencia que los jóvenes tuiteros manejan desde que su líder accedió al poder. “Un intelectual de Millei”, sintetizó en diálogo con Tiempo un miembro de la mesa chica del asesor.
No son pocos los influencers libertarios que caben dentro de este mote. El nombre de Daniel Parisini, conocido en las redes como Gordo Dan, pica en punta. El genetista y conductor de La Misa cumple a la perfección los requisitos del caputismo, entre los que se enlistan la posibilidad de enfrentar con desfachatez a la ex presidenta. La única limitación que existe, al momento, es su propia voluntad. Quienes lo conocen advierten que la estrella de Carajo se siente cómodo en su lugar de guardián digital del presidente, un rol que una candidatura, pese al peso político que tiene, no podría complacer.
Con esta posible negativa, el nombre del secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, empieza a tener más resonancia. El joven habitante de Quilmes no sólo tiene una importante penetración dentro de Las Fuerzas del Cielo, la orga juvenil que comanda Caputo, sino que además cuenta con aparato propio para mover en la elección seccional más avistada de la historia. El diputado en uso de licencia es titular de La Julio Argentino, en la que sintetiza la representación de jóvenes conservadores que encuentran en la figura de Javier Milei un líder.
Aunque hay quienes dicen que el asesor ya tiene seleccionado a su elegido, entre los jóvenes libertarios la posibilidad de ser seleccionado como posible rival electoral de la titular del peronismo no hace más que generar entusiasmo. En este sentido, tras el anuncio las redes sociales se llenaron de mensajes de referentes mileistas poniéndose a disposición. “Un caballero jura valor”, rezó el posteo del secretario de Asuntos importantes, Lucas Sagaz Luna, junto a la imagen de un soldado Templario. Pese a su voluntad, el joven quedará afuera de esta pulseada, aunque no se descarta que sea uno de los candidatos del oficialismo en la Primera, de donde es oriundo.
La estrategia de Caputo de llevar nombres propios de relevancia choca de lleno con la estrategia del otro ala del gobierno, que es más proclive a la idea de competir con una figura sin pasado político. Para este sector, que buscará llevar la discusión electoral al terreno nacional, la elección de un outsider hará más fácil dejar expuestas las diferencias entre la propuesta del peronismo y la oficialista. En este sentido, cerca de la secretaria general advierten que el partido buscará replicar el modelo de elección que LLA montó en la Ciudad, donde Manuel Adorni se llevó la marca del triunfo. “Kirchnerismo o libertad”, rezaba el slogan de campaña del vocero confeccionado por el propio Caputo.
Con esta idea en mente, Pareja no descarta dejar en el éter digital a los tuiteros del asesor y poner a competir a un outsider que logre condensar la imagen del presidente en el territorio más peronista de la nación. “Doña Rosa”, sintetizan cerca del armador sobre estilo de figura que buscan para contrarrestar con la imagen experimentada de la ex presidenta, que cerró su entrevista en C5N parafraseando al Eternauta. “Lo viejo funciona”, lanzó suspicaz a cámara.
Si bien por el momento dentro de este sector no se atreven a deslizar nombres propios, no son pocos los que advierten que la ex funcionaria de Capital Humano, Leila Gianni, podría ser sondeada en los próximos días para analizar su imagen en el territorio. La única figura que desde el oficialismo descartan de cuajo es el propio Pareja, quien está impedido de competir por ocupar una banca en el Senado provincial a la que no está dispuesto a renunciar.
Pese a las diferencias manifiestas, todos los sectores advierten que la palabra final la tendrá el presidente. “Decide Javier”, repiten una y otra vez de los dos lados del mostrador. Restará saber si el primer mandatario respaldará al sector que comanda su hermana o si, por el contrario, se inclinará por su asesor. No son pocos, sin embargo, los que se envalentonan a encontrar un mensaje premonitorio en la decisión del libertario de invitar a Agustín Romo y el Gordo Dan a almorzar a Olivos.