October 19, 2025
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la historia del lugar donde nació la lealtad peronista

  • October 19, 2025
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La Escuela Primaria N° 39 Juan Díaz de Solís de la Isla Martín García exhibe en su pared un cartel de bronce: “Aquí estuvo preso desde el 13

la historia del lugar donde nació la lealtad peronista


La Escuela Primaria N° 39 Juan Díaz de Solís de la Isla Martín García exhibe en su pared un cartel de bronce: “Aquí estuvo preso desde el 13 al 17 de octubre de 1945 el entonces coronel Juan Domingo Perón”. Es un lugar mítico de la historia argentina, pero ¿cuánto se conoce de esta isla reserva natural y Cuna de la Lealtad que albergó detenidos a cuatro presidentes?

Ubicada en un lugar estratégico (en la confluencia del río Uruguay con el Río de la Plata), supo ser cuarentenario, un espacio de luchas, un campo de concentración indígena y hoy busca crecer como destino natural e histórico de la mano de la puesta en valor del Gobierno de la Provincia.

Cuando llegó el español Juan Díaz de Solís en 1516, entre la tripulación (60 hombres y tres naves) viajaba su despensero, que falleció en la costa. Solís bautizó a la isla con su nombre: Martín García. Se convertía en el primer sitio argentino que alcanzaron los españoles.

En la Isla estuvieron detenidos cuatro presidentes del siglo XX: Marcelo T. de Alvear, Hipólito Yrigoyen, Juan Domingo Perón y Arturo Frondizi. María Elena, guía desde hace más de tres décadas, hace una aclaración pertinente: “ninguno estuvo en la cárcel, fueron traídos a la Isla”.

Hasta hoy se cuenta en la Isla que Alvear se hizo traer su propio inodoro de porcelana inglesa y decorado con flores de colores, “como símbolo de mantener cierta dignidad”, en medio de un verano sofocante rodeado de mosquitos. Se lo llevó su esposa, la cantante lírica Regina Pacini, en uno de los 50 viajes que realizó.

Elena vuelve a aclarar: “(El inodoro) era de la Casa del Jefe Militar, hoy Centro Cívico. Sucede que coincide con que Alvear e Yrigoyen fueron alojados en ese espacio físico”.

La Isla Martín García: la historia del lugar donde nació la lealtad peronista

Yrigoyen se convirtió en el primer derrocado por una dictadura. El gobierno de Uriburu usó a la Isla para aislarlo, aunque el presidente tuviera 78 años. Desde allí le escribió tres cartas de defensa a la Corte Suprema. No tuvo respuesta.

Estuvo dos años preso. Cuando volvió a Buenos Aires coincidió con la llegada de Europa de Alvear. En 1932 el general Agustín Pedro Justo, ganador en las elecciones fraudulentas, acusó a la UCR de un plan para derrocarlo. Mandó a la Isla a Alvear, Honorio Pueyrredón, José P. Tamborini, Luis Dellepiane, y de nuevo a Don Hipólito, ya muy enfermo, por lo que se le permitió volver antes. El Museo Histórico de la Isla aún guarda la imagen de María Auxiliadora que acompañó a Yrigoyen durante su confinamiento, al igual que “el inodoro de Alvear”.

Donde empezó todo

Estamos en la primera quincena de octubre de 1945. Tras renunciar y hablarle en cadena nacional al pueblo trabajador, Perón es arrestado y trasladado a Martín García en la cañonera Independencia para sacarlo de escena. Pero a las islas no hay que subestimarlas.

Previo a dejar su cargo, Perón deja firmados dos decretos: uno que institucionaliza el movimiento sindical; el otro dictaminaba un aumento de los sueldos que incluía el salario móvil, vital y básico y la participación de los trabajadores en las ganancias.

El 14 de octubre, ya preso en la isla, Perón le escribió a Eva: “Esta inmensa soledad está llena de tu presencia. Escribí hoy a Farrell pidiéndole acelerara mi excedencia y, tan pronto salga de aquí, nos casaremos y nos iremos a vivir en paz a cualquier sitio… No sé por qué estoy aquí ni me dicen nada (…). Lo malo de este tiempo y especialmente de este país, es la existencia de tantos idiotas, y como sabes, un idiota es peor que un canalla”.

Diego Simonetta es director de Gestión de Martín García, donde hoy viven 150 personas. Llegó en enero de 2020. “La isla me genera muchas emociones, por aquí pasó la historia de América del Sur, la sentís y la vibrás apenas la pisás. Un museo a cielo abierto”.

“Toda persona que visita la Isla lo primero que hace es querer ver a dónde estuvo preso Perón. A veces la confunden con la cárcel de presos comunes, pensando que era ahí. Pero el General estuvo donde funciona la escuela ahora, que era una comandancia de la Marina”, explica.

Y completa: “Al lugar le hemos puesto cariñosamente ‘La Cuna de la Lealtad’, por el momento histórico del peronismo en este lugar. Creemos que todo empezó acá. Hicimos una reseña de la carta histórica que le escribió Perón estando esos tres días presos en la isla a Eva”.

Los jóvenes leales a Perón

María Elena, guía de la isla, resalta: “Perón estuvo en un lugar retenido (no en la cárcel), donde encontró gente leal a su causa, que se generó en esta Isla, por eso es Cuna de la Lealtad. Era gente joven, hija de inmigrantes, veinteañeros que no pertenecían a las Fuerzas Armadas, es altamente llamativo que se hayan enamorado del movimiento y de Juan Domingo Perón, de su saber, su magia, su intelecto».

«Esos veinteañeros trabajaban en Correo y Telégrafos, un lugar neurálgico para sacar las cartas que iban a llegarle a Farrell, a Evita, a Mercante, a su médico personal, el doctor Ángel Mazza, por eso lo mejor es venir a visitar –continúa–. La isla es el lugar más antiguo del país, el primer topónimo, a punto de cumplir 510 años desde que llegaron los europeos en 1516”.

Volvemos a esos días de octubre de 1945. En otra carta a Evita, Perón retorna sobre la idea de irse lejos: “Dile, por favor a Mercante que hable con Farrell para saber si autorizan que nos vayamos a Chubut”. La historia es conocida: no hubo Chubut, hubo traslado al Hospital Militar gracias a la complicidad de Mazza; hubo multitud en la plaza el 17, el nacimiento del peronismo. Ya nada sería igual para la Argentina. Y Martín García podrá jactarse de que el mito fundacional nació en sus entrañas.

La Isla Martín García: la historia del lugar donde nació la lealtad peronista
De cuarentenario a refugio de Rubén Darío

Los primeros habitantes de la Isla fueron los guaraníes, charrúas y los querandíes. Hasta que llegó Solís en 1516. Martín García está llena de huellas y leyendas. Funcionó como cárcel, cuarentenario para quienes llegaban de ultramar con sífilis, tuberculosis o fiebre amarilla entre 1865 y 1915; y también fue refugio para marinos y contrabandistas. Tuvo detenidos a cuatro mandatarios y en ella confinaron a miles de indígenas. Su historia es también la historia del encierro. Alexis Papazian, historiador, antropólogo e investigador del Conicet, estudia a la Isla Martín García en tanto campo de concentración de indígenas que entre 1870 y 1890 llegaban del sur, de la pampa y del noroeste a una zona alejada del casco urbano. Estiman que llegaron a la isla más de 5000 aborígenes: “Ahí se los bautiza, ahí se los cristianiza. Había una escuela; algunos son separados, recluidos a los batallones y luego enviados a la frontera donde se está llevando adelante el avance estatal contra su propia población”.

La Isla se compone de la misma cadena montañosa que Tandilia. Siglos atrás dinamitaron 47 lugares, con la roca hacían adoquines que usaron para el empedrado clásico de CABA, San Nicolás y Rosario. Hoy, a pocos metros del Museo Histórico yacen las dos cuadras del “Barrio Chino” con casas abandonadas de la época de contrabando y prostitución, y una casa octogonal donde funciona el Museo de Ciencias Naturales. Ahí fue alojado en 1895 el poeta nicaragüense Rubén Darío. Cuentan que llegó para recuperarse de una profunda depresión y que allí creó su «Marcha triunfal». El manuscrito se exhibe en el vestíbulo.



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