Lali habló del transfemicidio de Azul Semeñenko y pidió justicia desde el escenario
October 20, 2025
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En medio de un estadio colmado, Lali Espósito detuvo su show en el Ruca Che de Neuquén para hablar del transfemicidio de Azul Semeñenko, la mujer trans de
En medio de un estadio colmado, Lali Espósito detuvo su show en el Ruca Che de Neuquén para hablar del transfemicidio de Azul Semeñenko, la mujer trans de 49 años asesinada días atrás en esa provincia. La artista dedicó un tramo del recital a la memoria de la víctima y lanzó un fuerte mensaje contra la violencia de género y la falta de respuesta estatal. “Tenía la necesidad de nombrar a Azul, de decir su nombre. Me da pánico el dato de que cada 35 horas una mujer muere víctima de la violencia machista. Es un problema de todos”, afirmó visiblemente conmovida.
Lali mencionó a Azul la chica trans que fue asesinada en NQN y su cuerpo se encontró hace tres días! Gracias por siempre estar @lalioficial ❤️pic.twitter.com/JoUYRVnpUI
El gesto de Lali ocurrió el sábado por la noche, antes de interpretar Soy, una de las canciones más emblemáticas de su repertorio y considerada un himno por la comunidad LGBT. “Esta vez me pareció importante poder expresar algo. Esta canción habla de la libertad, del orgullo, es una canción para sentirnos vivos, para abrazar la comunidad LGBT y sentir que nos empoderamos, que logramos tener derechos y ser felices. Pero la verdad, hoy no sentía esa alegría de cantar esta canción como lo siento siempre”, dijo ante el silencio del público, que enseguida respondió con un aplauso cerrado y pedidos de justicia.
“Hace unos días encontraron el cuerpo de Azul acá en Neuquén. Azul fue brutalmente asesinada, como sucede en nuestro país, porque estamos un poco acostumbrándonos. Me parece que no hay nada más peligroso que desde el poder, desde el Estado, se le llame revancha a los asesinatos de las mujeres. Es una aberración”, continuó la cantante, en alusión a las recientes declaraciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien en una entrevista había cuestionado el movimiento feminista y relativizado la violencia de género.
Durante la intervención, el público levantó pancartas con el rostro de la víctima y coreó el pedido de “Justicia por Azul”. Lali, emocionada, cerró su discurso dedicándole la canción: “Hoy Soy es para Azul y para todas las mujeres que lamentablemente no están por culpa de un sistema que no da ni justicia ni libertad”.
Un crimen de odio
El cuerpo de Azul Semeñenko fue hallado el 14 de octubre en un canal de desagüe del barrio Almafuerte de Neuquén capital, cerca de su domicilio anterior. Había desaparecido el 25 de septiembre y su cuerpo fue encontrado por una pareja que paseaba a sus perros. La víctima trabajaba en la Dirección de Protección Integral contra las Violencias del gobierno provincial y era una reconocida militante por los derechos de las personas trans.
El fiscal jefe de Neuquén, Agustín García, confirmó que la causa se investiga como un “crimen de odio”, categoría penal que agrava las penas cuando el delito se comete por motivos de género o identidad. “La víctima sufrió múltiples lesiones tanto de arma blanca como con elementos contundentes”, precisó el funcionario judicial.
La fiscal del caso, Guadalupe Inaudi, ordenó durante el fin de semana varios allanamientos en distintos puntos de la ciudad. Como resultado, un hombre fue detenido luego de que la policía provincial encontrara indicios relevantes en una vivienda del barrio Belgrano y en una camioneta. El sospechoso será imputado en las próximas horas.
El mensaje de Lali en un contexto de alarma
Las palabras de Lali resonaron más allá del estadio, en medio de una seguidilla de femicidios y transfemicidios que conmocionaron al país en las últimas semanas. En su mensaje, la artista insistió en la necesidad de no naturalizar la violencia: “Nos acostumbramos, y me parece que no hay nada más peligroso que eso. Me cuesta pensar que seguimos viviendo en un país donde cada 35 horas una mujer muere víctima de la violencia machista”, dijo.
La cantante ya había manifestado en otras oportunidades su compromiso con las causas feministas y los derechos de las diversidades. En esta ocasión, eligió detener un show multitudinario para transformar el escenario en un espacio de memoria y reclamo. “Esta canción no es solo celebración, también pide que vivamos tranquilos, que seamos quienes queremos ser”, expresó.
Mientras el público respondía con aplausos y gritos de “Justicia por Azul”, la artista retomó el recital entre lágrimas. La escena, registrada por cientos de celulares, se viralizó rápidamente en redes sociales y fue celebrada por activistas y organizaciones feministas.
El caso de Azul Semeñenko se convirtió en un símbolo del reclamo por justicia y en un recordatorio del riesgo que enfrentan cotidianamente las mujeres y personas trans en la Argentina. Desde el escenario, Lali lo resumió con una frase que condensó la emoción de la noche: “Nombrarla es no olvidarla. Y no olvidarla es no rendirse”.
Azul Semeñenko y la violencia hacia las personas trans
Azul Semeñenko tenía 49 años, era empleada estatal en el área de Atención a la Víctima del gobierno neuquino y militaba por los derechos de las personas travestis y trans. En 2023 había participado en capacitaciones vinculadas a la Ley Micaela y en programas de inclusión laboral para personas trans dentro de la administración pública provincial.
Su muerte se produjo en un contexto de creciente preocupación por los crímenes de odio. Según el Observatorio “Ahora que sí nos ven”, entre enero y septiembre de este año se registraron 186 femicidios y 7 transfemicidios en Argentina. En el 67 por ciento de los casos, el agresor era parte del entorno de la víctima.
Los transfemicidios -asesinatos de mujeres trans o travestis motivados por su identidad de género- siguen siendo una de las formas más extremas de violencia contra el colectivo. Las organizaciones denuncian que, pese a los avances normativos, la expectativa de vida de las personas trans en el país sigue siendo de entre 35 y 40 años.
En ese marco, las palabras de Lali Espósito en Neuquén funcionaron como un llamado a no mirar hacia otro lado. Su intervención, en medio de un espectáculo pop, puso en el centro de la escena una realidad que persiste más allá de los titulares: la violencia de género y de odio como problema estructural.
“Esta canción es para Azul y para todas”, dijo Lali antes de cantar Soy. Desde el escenario, su mensaje atravesó las luces del show y se volvió un reclamo colectivo: justicia, memoria y empatía frente a una violencia que aún no cesa.